REM del BCRA: proyectan una inflación del 2,1% en septiembre y 29,8% para todo 2025
El Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central ajustó al alza las proyecciones de inflación mensual y anual. También anticipa un crecimiento moderado del PBI y un dólar que cerraría 2025 en $1.536.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Los economistas privados volvieron a recalcular sus proyecciones y marcan que la inflación de septiembre habría sido del 2,1%, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) difundido por el Banco Central. El número implica una suba de 0,3 puntos porcentuales frente al informe anterior y muestra que el proceso de desinflación avanza, pero más lento de lo esperado.
El relevamiento, que recopila las estimaciones de consultoras y entidades financieras, también proyecta que el IPC Núcleo —que excluye precios regulados y estacionales— se ubicó en 2,0%, levemente por encima del cálculo previo. Para los próximos meses, los analistas esperan que la inflación mensual se mantenga cerca del 2% y recién baje de ese nivel a partir de enero de 2026.
A nivel anual, el conjunto de participantes prevé una inflación del 29,8% en 2025, lo que implica un incremento de 1,6 puntos respecto del pronóstico anterior. Si bien la cifra muestra una desaceleración respecto a los registros de años previos, también refleja la dificultad de quebrar la inercia inflacionaria.
En cuanto a la actividad económica, los analistas estiman que el PBI cayó 0,6% en el tercer trimestre respecto al anterior y proyectan una leve mejora del 0,5% para el cuarto. De cara a 2026, esperan una aceleración del crecimiento al 0,8% en el primer trimestre. Para todo 2025, prevén una suba promedio del 3,9% frente a 2024.
El nuevo informe del REM confirma que, aunque la inflación sigue desacelerándose, el proceso no será lineal ni exento de sobresaltos. Los analistas ya incorporan el efecto de la expansión fiscal y las intervenciones cambiarias que el Gobierno viene aplicando para sostener la estabilidad antes de las elecciones.
La previsión de casi un 30% anual para 2025 refleja que el camino hacia una inflación de un dígito todavía es largo. La clave pasará por mantener la disciplina fiscal y la credibilidad del programa monetario. Sin anclas firmes ni acceso fluido a financiamiento externo, el riesgo de nuevos rebrotes inflacionarios seguirá latente.