Meta redobla la apuesta de la IA aplicada a la publicidad

El movimiento representa el paso lógico en la estrategia de monetización de la IA: transformar cada superficie digital en una fuente de datos y, al mismo tiempo, en un espacio publicitario. 

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Hace 1 hora

Meta anunció que a partir de diciembre comenzará a utilizar las interacciones de los usuarios con su inteligencia artificial (IA) para perfeccionar la personalización de contenidos y anuncios dentro de Facebook, Instagram y el resto de su ecosistema digital.

 

Las conversaciones con los chatbots de Meta no solo ofrecen respuestas inmediatas en un lenguaje cercano, sino que también incentivan a los usuarios a compartir detalles de su vida cotidiana que normalmente no revelarían en un buscador tradicional. Si alguien dialoga con la IA sobre senderismo, pronto podrá encontrar recomendaciones de grupos, publicaciones relacionadas e incluso anuncios de productos vinculados.

 

El movimiento representa el paso lógico en la estrategia de monetización de la IA: transformar cada superficie digital en una fuente de datos y, al mismo tiempo, en un espacio publicitario. Sin embargo, la expansión de la publicidad personalizada y la sofisticación de los algoritmos alimentan críticas crecientes sobre la vigilancia corporativa y los efectos sociales de la hipersegmentación.

 

Meta asegura que ciertos temas sensibles, como religión, salud u orientación sexual, estarán excluidos del uso publicitario. Aun así, los usuarios no podrán rechazar la participación en este programa, algo que recuerda a la aceptación obligatoria de términos de servicio en aplicaciones. La compañía señala que existen herramientas de configuración para ajustar las preferencias de anuncios, aunque no ofrecen una salida completa.

 

Este enfoque plantea un dilema más amplio. Mientras los gigantes tecnológicos promueven la IA como una revolución inevitable, la posibilidad real de no sumarse a estos cambios es casi nula. El resultado es una forma de coerción sutil, en la que los usuarios terminan entregando más datos a cambio de servicios que parecen indispensables en la vida diaria.

 

Para Meta, la integración de IA en la publicidad es una oportunidad de consolidar su dominio en la economía de la atención. Para los críticos, es una nueva vuelta de tuerca en un modelo basado en convertir cada interacción en información comercializable.

 

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