Argentina recibirá un desembolso de US$300 millones del Banco Mundial destinado a energía
El Gobierno aprobó un financiamiento por hasta US$300 millones para reforzar un programa que apunta a un sistema eléctrico y gasífero más sostenible. El crédito tendrá un plazo largo y condiciones flexibles.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El Gobierno nacional autorizó la contratación de un nuevo préstamo con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), brazo financiero del Banco Mundial, por hasta 300 millones de dólares. Los fondos estarán destinados a financiar el proyecto de transición hacia sectores de electricidad y gas más sostenibles, según se publicó este jueves en el Boletín Oficial.
La medida quedó formalizada a través del Decreto 900/2025, firmado por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo. El financiamiento aprobado es adicional a un programa que se viene ejecutando desde 2023 y será desembolsado en dólares, con un plazo total de 35 años, que incluye seis años de gracia. La tasa de interés será variable y estará atada al indicador SOFR, más un margen.
El Ministerio de Economía fue designado como organismo ejecutor del proyecto, a través de la Secretaría de Energía, con la participación de la Subsecretaría de Transición y Planeamiento Energético. A su vez, el Ente Nacional Regulador del Gas y la Electricidad (ENRE) actuará como subejecutor de una parte del programa, especialmente en los aspectos regulatorios.
Este nuevo crédito complementa el préstamo original por otros 300 millones de dólares que había sido aprobado en 2023 mediante el Decreto 718. La norma también faculta al ministro de Economía y al secretario de Finanzas a firmar el contrato de préstamo y toda la documentación necesaria, sujeto a la aprobación final del Directorio Ejecutivo del Banco Mundial.
La coordinación administrativa y fiduciaria del proyecto quedará a cargo de la Dirección General de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales, que brindará apoyo técnico y de gestión durante la ejecución. El decreto aclara, además, que podrán realizarse modificaciones al contrato siempre que no cambien el destino de los fondos ni impliquen un aumento del monto total.
En el plano político y económico, el préstamo se suma a la estrategia oficial de apalancarse en organismos multilaterales para financiar reformas estructurales sin recurrir al mercado voluntario de deuda. Para el Gobierno, estos créditos ofrecen plazos largos y condiciones más manejables en un contexto de restricciones financieras.
De cara a los próximos años, el desafío estará en traducir estos recursos en mejoras concretas del sistema energético, con reglas claras que atraigan inversiones y aseguren el abastecimiento. La transición hacia una matriz más sostenible aparece como un objetivo de largo plazo, pero que exige definiciones inmediatas en tarifas, regulación y planificación
