El Banco Central bajó la tasa al 25% y busca oxigenar la economía

Tras el respaldo de Estados Unidos y el ingreso de dólares del agro, el Gobierno aprovechó la calma cambiaria para recortar la tasa de pases. El dólar rebotó levemente, pero sigue más bajo que la semana pasada.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 5 horas

El Banco Central volvió a realizar cambios en un mercado que hasta hace unos días estaba al borde del desborde. Luego de tres jornadas de baja del dólar y con el viento de cola que llegó desde Washington, la entidad que conduce Santiago Bausili redujo la tasa de pases a un día de 35% a 25%. Un recorte fuerte que se replicó de inmediato en las cauciones, que pasaron a operar debajo del 24%.

 

El impacto fue doble: por un lado, se consolidó la señal de confianza de que el tipo de cambio no está bajo fuego inmediato; por el otro, el dólar oficial minorista, que había tocado un piso de $1.350, rebotó a $1.380. Aun así, cerró por debajo del nivel del martes, lo que muestra que la presión cambiaria cedió.

 

La medida no se explica sola. Desde el viernes, el peso venía recuperando aire gracias a la suspensión de retenciones a los granos hasta el 31 de octubre, lo que disparó liquidaciones del campo y un ingreso extra de divisas. A eso se sumó el anuncio de Estados Unidos de que negocia un swap de US$ 20.000 millones y está dispuesto a comprar bonos argentinos en dólares, un guiño que los mercados leyeron como blindaje explícito a Javier Milei.

En ese contexto, analistas interpretan que el Gobierno busca aprovechar el “aluvión de dólares” y el mejor humor financiero para darle un empujón a la economía en la recta electoral. Una visión compartida por otros economistas que señalan que normalizar las tasas ayuda a aliviar la presión sobre la deuda en pesos y a bajar las necesidades de financiamiento del Tesoro.

 

El recorte de tasas marca un giro en la estrategia del Banco Central: pasar de la defensiva cambiaria a intentar darle aire al crédito y la actividad. Con la presión sobre el dólar más contenida, el Gobierno apuesta a que la señal monetaria colabore en transmitir sensación de estabilidad.

 

Sin embargo, la jugada tiene un límite claro. Si bien el respaldo externo y los dólares del agro fortalecen al peso en el corto plazo, el verdadero test llegará después de las elecciones. Ahí se verá si la baja de tasas fue una apuesta táctica para llegar con oxígeno, o si efectivamente inaugura una nueva etapa de política económica más consistente

 

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?