Tensión cambiaria: que pasará con el dólar según Wells Fargo y Morgan Stanley
Wells Fargo cuestionó la política cambiaria actual y pronosticó una mayor depreciación del peso después de las elecciones legislativas. Morgan Stanley, en tanto, trazó tres posibles escenarios para el rumbo económico según el resultado en las urnas.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
En la recta final hacia las elecciones legislativas, Wells Fargo encendió una luz amarilla sobre el esquema cambiario del Gobierno argentino. En su último informe, el banco norteamericano advirtió que el respaldo del Tesoro de Estados Unidos podría brindar apenas un respiro temporal, pero no alcanza para sostener una política cambiaria “artificial” en el largo plazo.
La entidad fue tajante: espera una depreciación más pronunciada del peso en comparación con sus proyecciones anteriores. “El apoyo del Tesoro puede ofrecer algunos días de estabilidad —o incluso de fortaleza— al peso argentino, pero no creemos que sea una política sostenible”, señaló el informe. Según sus cálculos, la moneda local podría ser la más devaluada del mundo hacia fines de 2026, con una caída del 29,2%.
El análisis se da en un contexto donde el Gobierno recibió aire fresco con un swap por USD 20.000 millones y sucesivas compras de pesos por parte del Tesoro estadounidense a través de bancos como Citi y JP Morgan. A eso se suma la posibilidad de que grandes entidades de Wall Street —entre ellas Bank of America, Goldman Sachs y Citi— aporten otros USD 20.000 millones para reforzar las reservas del Banco Central.
En paralelo, Morgan Stanley publicó su propio escenario electoral-económico, centrado en cómo los resultados del domingo podrían redefinir la política económica de Javier Milei. Según el banco, el próximo paso clave será reconstruir reservas y consolidar consensos en el Congreso para avanzar con reformas estructurales.
El informe plantea tres escenarios:
1. LLA supera el 35% y gana la elección:
El mercado reaccionaría con alivio. El tipo de cambio podría estabilizarse en torno a $1.700, y el Gobierno tendría margen para implementar un régimen de flotación plena con apoyo del Tesoro estadounidense. En este caso, la estabilidad se mantendría y el acceso al financiamiento internacional podría recuperarse a mediados de 2026.
2. LLA pierde por poco:
Si el oficialismo obtiene entre 30% y 35%, el panorama sería más complejo. Morgan Stanley prevé un dólar entre $1.800 y $2.000 y una desinflación más lenta, con tasas de interés altas. Habría avances parciales en las reformas, pero con resistencia política y un crecimiento económico limitado.
3. LLA pierde por amplio margen:
Un revés mayor —con el libertarismo por debajo del 30%— podría derivar en un ajuste desordenado y una fuerte depreciación del peso por encima de los $2.000. En ese caso, la inflación seguiría en niveles elevados y la inversión extranjera se concentraría solo en sectores puntuales como energía y minería, sin impacto real en la economía general.
Ambos informes coinciden en algo: lo que ocurra el lunes posterior a las elecciones será más importante que el resultado en sí. Los mercados esperan señales claras del Gobierno sobre el rumbo del tipo de cambio y las reformas.
Para los analistas, Milei enfrenta su momento más delicado desde que llegó al poder. Si apuesta por la flexibilidad y la coordinación con Estados Unidos, podría ganar tiempo y confianza. Pero si insiste con un esquema cambiario rígido, el margen de maniobra se achicará rápido. En la Argentina, más que nunca, el lunes vale más que el domingo.
