Caputo aclaró por redes: “No se toca el esquema cambiario”
El ministro de Economía salió a calmar los ánimos: aseguró que el sistema de bandas sigue igual. Mientras tanto, el Banco Central tuvo que volver a vender reservas y Wall Street pide garantías antes de largar un nuevo préstamo.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
En medio de una semana caliente en los mercados y con el dólar pasando los $1.500, Luis “Toto” Caputo salió este miércoles a dejar un mensaje directo: “No va a haber ningún cambio al esquema actual”. Lo hizo a través de la red X, en respuesta a los rumores sobre una posible modificación de las bandas cambiarias.
El sistema, que empezó a funcionar el 11 de abril de este año, permite que el tipo de cambio se mueva entre un piso y un techo que se actualizan todos los meses. Hoy, la franja va de $938 a $1.491 por dólar, y dentro de esos valores el mercado flota libremente.
Pero la tensión cambiaria no afloja. Este martes, el Banco Central tuvo que vender US$ 45,5 millones para intentar ponerle un freno a la suba. Así, las reservas quedaron en US$ 40.539 millones. El billete verde, sin embargo, siguió trepando: en el Banco Nación llegó a $1.515 para la venta.
De hecho, este miércoles arribará a Buenos Aires el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, para reunirse con Caputo y participar de una cumbre financiera. También podría sumarse la número uno del Citi, Jane Fraser, aunque su presencia todavía no está confirmada.
Eso sí, los bancos no piensan soltar la billetera así nomás. Según The Wall Street Journal, las entidades exigen garantías concretas —activos argentinos o respaldo del Tesoro estadounidense— antes de poner un solo dólar. En la City neoyorquina no se olvidan de los antecedentes: Argentina ya acumula nueve defaults soberanos y sigue afuera de los mercados internacionales desde hace años.
El mensaje de Caputo busca mostrar firmeza en medio del temblor, pero los números cuentan otra historia: el dólar no afloja y las reservas siguen bajando. Con los comicios a la vuelta de la esquina, el Gobierno apuesta a que la estabilidad aguante, al menos hasta el domingo.
El desafío será qué pasa después. Si el mercado no cree en las promesas oficiales y los dólares no aparecen, la pulseada puede ponerse todavía más brava la semana que viene.