El oro sufre su peor caída en cinco años: inversores se retiran tras el récord histórico

Después de alcanzar un máximo nunca visto, el oro cayó casi 5% en una sola jornada. La toma de ganancias, el repunte del dólar y un clima financiero más optimista empujaron al metal precioso a su peor retroceso desde 2020.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 2 horas

El sueño dorado se frenó en seco. Tras tocar el lunes un récord de USD 4.381 por onza, el precio del oro se desplomó este martes un 4,9%, cayendo hasta los USD 4.143. Se trata del mayor descenso diario en más de cinco años, una señal clara de que los inversores decidieron hacer caja después de meses de subas impulsadas por la incertidumbre global y las expectativas de recortes de tasas en Estados Unidos.

 

Los futuros para diciembre también cedieron un 4,7%, en una jornada marcada por la fortaleza del dólar y una mejora en el apetito por el riesgo. El índice DXY subió un 0,4%, encareciendo los lingotes para quienes operan con otras monedas. “El salto en la volatilidad y el ánimo más optimista del mercado están generando cautela y empujan a vender parte de las ganancias”, explicó el operador independiente Tai Wong.

 

La caída no fue exclusiva del oro. La plata se derrumbó 6,8% hasta USD 48,89 la onza, el platino perdió 5,4% y el paladio retrocedió 5,1%, arrastrando a todo el complejo de metales preciosos.

 

Según analistas de Citi, los precios podrían estabilizarse en las próximas semanas, sobre todo si se destraba el cierre del Gobierno estadounidense y avanzan acuerdos comerciales con China. Aun así, el mercado sigue pendiente del dato de inflación de septiembre —retrasado por el parate gubernamental—, que podría definir el próximo movimiento de la Reserva Federal, con un recorte de tasas de 25 puntos básicos en el horizonte.

La corrección del oro no sorprende: después de un rally del 60% en lo que va del año, era esperable una toma de ganancias masiva. La reacción del mercado muestra que, más allá de su rol como refugio, el metal sigue siendo un activo sensible a los vaivenes de la liquidez global y las expectativas sobre la Fed, la cual cavila entre más recortes de tasas o no para los próximos meses.

 

El dato clave será si este retroceso es apenas una pausa o el inicio de un nuevo ciclo bajista. Cabe recordar que el oro, un activo sin rendimiento, tiende a beneficiarse en un entorno de tasas de interés bajas.

 

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