Las sanciones estadounidenses contra el petróleo ruso preocupan a China
El riesgo para China e India radica en posibles sanciones secundarias que podrían excluirlas de sistemas bancarios occidentales y restringir su acceso a dólares, transporte y aseguradoras clave en los mercados de materias primas.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
Las sanciones de Estados Unidos contra los gigantes energéticos rusos Rosneft y Lukoil están generando una fuerte tensión en la industria petrolera china, donde refinerías estatales y privadas enfrentan el desafío de asegurar suministros mientras evitan riesgos legales y financieros.
Hasta un 20% del crudo importado por China, alrededor de 2 millones de barriles diarios en los primeros nueve meses de 2025, proviene de Rusia, que abastece plantas para la producción de diésel, gasolina y plásticos.
La inclusión de estas compañías rusas en la lista negra estadounidense, con fecha límite de transacciones el 21 de noviembre, se enmarca en una serie de sanciones de Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido dirigidas a limitar los ingresos de Moscú y su esfuerzo bélico en Ucrania.
El riesgo para China e India, principales compradores de crudo ruso, radica en posibles sanciones secundarias que podrían excluirlas de sistemas bancarios occidentales y restringir su acceso a dólares, transporte y aseguradoras clave en los mercados de materias primas.
El desafío se extiende a proyectos internacionales, ya que empresas occidentales actúan como inversionistas y operadores en regiones petroleras de Oriente Medio y África. Las firmas chinas e indias que mantengan negocios con compañías sancionadas podrían quedar marginadas o perder participación en numerosos proyectos.
Por otro lado, cumplir con las sanciones implica perder acceso a petróleo ruso con descuentos significativos, lo que podría elevar los costos energéticos internos. Además, otras operaciones como las de Lukoil en Irak y Asia Central también se ven afectadas.
China reaccionó oficialmente rechazando las sanciones unilaterales “sin base en derecho internacional”, según el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Guo Jiakun. Anteriormente, el Reino Unido ya había incluido a Rosneft, Lukoil y la china Shandong Yulong Petrochemical, generando inquietud sobre el abastecimiento a refinerías privadas. Puertos estratégicos como Rizhao y Dongjiakou, vitales para el petróleo ruso e iraní, también fueron objeto de restricciones.