El actual Secretario de Finanzas, Pablo Quirno, será el nuevo canciller en reemplazo de Werthein

A tres días de las elecciones, el Presidente mueve las piezas del tablero y nombra a un hombre del riñón económico como nuevo canciller. La jugada busca reforzar la conexión entre la política exterior y el modelo financiero del Gobierno.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 5 horas

El presidente Javier Milei ya empezó a delinear cómo será la segunda etapa de su gestión. A tres días de las elecciones, y con la economía en el centro del debate, decidió reemplazar a Gerardo Werthein por Pablo Quirno como nuevo ministro de Relaciones Exteriores. Quirno, actual secretario de Finanzas y mano derecha de Luis Caputo, asume uno de los cargos más sensibles en el esquema oficial, en un movimiento que apunta a reforzar la coordinación entre la Cancillería y el Ministerio de Economía.

 

La noticia fue confirmada primero por fuentes del Gobierno y luego ratificada en un comunicado oficial. “El nuevo Canciller será Pablo Quirino, actual Secretario de Finanzas y miembro clave del equipo económico que logró evitar la mayor crisis de la historia del país, y pieza fundamental de la construcción del milagro argentino”, señala el texto difundido por Presidencia. Además, el comunicado remarca que “el Presidente Javier G. Milei profundizará el vínculo entre la Cancillería y el Ministerio de Economía, y la visión pro-mercado de la gestión de cara a la segunda etapa de su gobierno”.

 

El desembarco de Quirno en el Palacio San Martín confirma la línea de continuidad que Milei busca para su equipo económico, con Caputo todavía como figura central. El flamante canciller es un técnico con amplia trayectoria en el sector financiero, que ya tuvo paso por el Banco Central y trabajó durante años en bancos privados antes de sumarse al actual gabinete. Su designación también marca el regreso de un perfil más económico a la política exterior, una señal clara hacia los mercados y los socios internacionales del país.

 

Un gabinete con sello económico

 

La salida de Werthein, que había sido clave en la apertura diplomática de los primeros meses del Gobierno, se da en un contexto de reacomodamiento político. En la Casa Rosada sostienen que la decisión no responde a tensiones internas, sino a la necesidad de “alinear la política exterior con la nueva etapa económica”. En otras palabras, el Presidente busca que las relaciones internacionales acompañen la narrativa de la “recuperación milagrosa” que el Ejecutivo viene instalando.

 

La jugada también tiene lectura electoral. En la recta final antes de los comicios, Milei apuesta a mostrar orden y cohesión dentro de su equipo. Quirno, con perfil técnico y bajo perfil mediático, encarna el mensaje de estabilidad que el Gobierno intenta transmitir frente a los votantes y al mundo financiero.

 

Con esta designación, Milei consolida un gabinete donde el poder económico gana todavía más peso. El Presidente parece decidido a que la Cancillería deje de ser sólo un espacio de diplomacia tradicional para transformarse en una herramienta al servicio del modelo de apertura y liberalización que impulsa.

 

El desafío será combinar esa impronta de mercado con la agenda geopolítica: mantener buenas relaciones con Estados Unidos, pero sin descuidar los vínculos comerciales con Brasil, China y Europa. Si el “milagro argentino” que menciona el comunicado quiere hacerse realidad, la política exterior tendrá que jugar un papel mucho más activo que el de simple espectadora.

 

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