La cartera permanente: una forma sencilla, consistente y rentable de invertir | Dolarhoy.com
Acciones|18 de febrero de 2022

La cartera permanente: una forma sencilla, consistente y rentable de invertir

Esta teoría de construcción de portafolios diseñada por Harry Browne trata de aprovechar todos los ciclos económicos que podría atravesar el mundo.

Por Gonzalo Andrés Castillo

 

Al momento de querer participar en los mercados financieros, los potenciales inversores suelen investigar acerca de diversas teorías de construcción de portafolios, como la famosa 60/40 o la regla de los tercios, entre otras. Sin embargo, muchos dejan pasar una de las más sólidas, estables y fáciles de llevar a cabo: la cartera permanente (CP).

 

En qué consiste la cartera permanente

La cartera permanente, diseñada por el analista de mercados, político y escritor Harry Browne, es un método de armado de portafolios que trata de obtener el equilibrio casi perfecto entre rentabilidad y estabilidad, siempre pensando en el largo plazo.

 

El objetivo de la CP es aprovechar los diversos ciclos económicos que, sin importar los motivos, se darán en el mundo y/o en una determinada zona geográfica: crecimiento inflacionario, crecimiento deflacionario, recesión deflacionaria y estanflación. En cada escenario, una determinada clase de activo suele dominar por sobre las otras.

 

De acuerdo al experto, cuando hay crecimiento, las acciones son los activos que mejor se comportan; cuando hay inflación, el oro gana protagonismo; cuando hay deflación, los bonos son la mejor alternativa; cuando hay recesión, el dinero líquido es líder.

 

Cómo armar la cartera permanente

Teóricamente, la cartera permanente de Harry Browne es muy sencilla de construir, ya que se compone de solo cuatro clases de activos, distribuidos con la misma ponderación.

 

En primer lugar, un 25% tendría que estar destinado a acciones, otro 25% al oro, otro 25% a bonos de largo plazo de buena calidad crediticia y el 25% restante a dinero líquido o, en su defecto, en fondos comunes de inversión de muy bajo riesgo y alta liquidez.

 

Luego de adquirir los diferentes activos, solo hay que dejarla trabajar y equilibrarla una vez al año o cuando se desvíe bastante de los porcentajes establecidos.

 

 

Harry Browne, creador de la cartera permanente

 

La opinión de los especialistas

Para conocer un poco más de cerca cuáles son las ventajas y cómo se construye prácticamente la cartera permanente, desde Dólar Hoy nos contactamos con Rafael Ortega Salvador, quien gestiona más de USD 28 millones de forma independiente aplicando los principios de la cartera de Harry Browne, que engloban la llamada diversificación estructural.

 

Un portafolio conservador pero rentable

Lo primero que comentó el ejecutivo español es que la cartera permanente suele considerarse una estrategia para inversores conservadores, ya que tiene un porcentaje bajo en acciones en comparación con otros estilos de portafolio. No obstante, detalló que esta cualidad no le impidió obtener buenas rentabilidades a largo plazo.

 

“Yo diría que es una estrategia adecuada para quienes valoran por encima de todo la consistencia de resultados. Seguridad, estabilidad, rentabilidad, en ese orden”, agregó Ortega Salvador.

 

Lo que importa es el concepto

Lo curioso de la CP es que es muy flexible debido a que pueden comprarse diversos activos y en numerosas cantidades siempre y cuando se cumpla la diversificación base. Ante esta cualidad, algunos se preguntan si conviene optar por la forma más sencilla de armarla, es decir, mediante la compra de fondos cotizados (ETFs, por sus siglas en inglés), o si, por el contrario, hay que “rebuscarse” un poco más y seleccionar activos de forma individual y modificando las ponderaciones.

 

Para el joven gestor de fondos, “lo bueno de la estrategia es que históricamente siempre que no te hayas alejado mucho de sus pilares básicos prácticamente da igual como hayas compuesto tu cartera porque finalmente todas terminan alrededor de una horquilla de resultados de medio plazo muy similar”.

 

“Esto ha sido así para cualquier periodo histórico y en todos los países y zonas geográficas donde lo he probado. Dependiendo de tus objetivos, puedes hacer algunos retoques aquí y allá, pero una versión sencilla será también efectiva”, agregó el especialista.

 

Sin embargo, explicitó que una cartera permanente original, de acuerdo a lo establecido por Harry Browne, debería construirse con activos locales, ya que la idea es que los componentes del portafolio respondan fielmente a los movimientos de la economía en donde vivimos, creciendo de forma estable con la divisa en la que cobramos, gastamos y ahorramos.

 

Evidentemente, en países inestables como Argentina, en donde la moneda pierde valor constantemente y los ciclos económicos son muy volátiles, Harry Browne indicaba que había que optar por utilizar activos estadounidenses. Aunque Rafael Ortega Salvador expresó que, hoy en día, los más sensato sería directamente armar una cartera permanente lo más global posible.

 

 

Rafael Ortega Salvador, gestor de fondos especializado en la cartera permanente

 

La duda más frecuente, resuelta

Al hablar sobre la cartera permanente en la actualidad, lo que muchos se cuestionan es si el oro seguirá comportándose correctamente en épocas inflacionarias debido a que algunos analistas del mercado dictan que bitcoin u otras criptomonedas serán el nuevo “oro digital”.

 

En esta línea, Ortega Salvador expresó: “Desde mi punto de vista, el oro sigue siendo el resguardo de valor definitivo, pues tiene menor tasa de deterioro que cualquier otro bien físico o abstracción mental o matemática".

 

“El oro forma parte de la CP y otras carteras basadas en diversificación estructural no porque sea un resguardo de valor, sino por cómo este hace que se comporte en escenarios altamente inflacionarios, especialmente cuando llegan de sorpresa y la inflación se mantiene elevada”, añadió.

 

“Efectivamente, algunas criptomonedas podrían funcionar también como resguardos de valor y comparten con el oro propiedades dineraria, que, en algunos aspectos, como su transportabilidad (instantánea), incluso lo superan. Lo que ocurre es que ahora mismo por su volatilidad (elevadísima) y si analizamos su comportamiento y correlación con el oro, otros dineros y los mercados financieros, observaremos que se tratan aún más bien de activos proriesgo/ciclo que defensivos”, explicó el administrador de fondos.

 

Y agregó: “Las excelentes rentabilidades de, por ejemplo, bitcoin en los últimos años no han impedido a la CP obtener buenos resultados, no creo que lo hagan en el futuro tampoco”.

 

No obstante, aconsejó que, si un inversor tiene esta preocupación, “puede fácilmente cubrirse de este escenario añadiendo apenas un 0,5% de bitcoin (o una cesta de criptomonedas) a su CP por fuera, ya que este es el peso actual que tienen estas sobre el total de activos financieros”.

 

Cómo se compara la cartera permanente con otros portafolios

El principal atractivo de la cartera permanente es que brinda un retorno muy estable en el largo plazo y una baja volatilidad, pero ¿cómo se compara con las otras carteras de inversión más populares del mercado?

 

En la siguiente imagen, se pueden observar dos gráficos. En ambos, el eje vertical muestra el retorno, contemplado como la rentabilidad anualizada, y el horizontal expone el Índice de Úlcera (Ulcer Index), el cual se basa en un cálculo entre la mayor caída entre máximo y mínimo y el tiempo de recuperación, una medida más completa de riesgo que la simple volatilidad.

 

 

La cartera permanente es menos volátil que la mayoría de portafolios

 

Además de mostrarse la cartera permanente, se exponen los datos de otros portafolios, como el clásico 60/40, el Merriman, el de tres fondos e incluso todo el mercado accionario, entre otros.

 

Como se puede apreciar, la CP es bastante más conservadora porque no brinda retornos extraordinarios, pero tiene un riesgo que equivale a casi una tercera o cuarta parte que el de la mayoría de las carteras analizadas.

 

Además, en el gráfico de la derecha, que muestra la rentabilidad base de diez años para saber cómo se comportarían los portafolios en una década mala (aunque no la peor), se expone claramente cómo la CP obtiene prácticamente la misma rentabilidad que en un periodo bueno o normal de largo plazo.

 

La cartera permanente de Harry Browne podrá no ser para los perfiles más arriesgados que buscan ganar mucho dinero en poco tiempo, pero sí que demostró ser muy efectiva para quienes quieren proteger su patrimonio de la inflación sin sufrir de grandes caídas. Tal como sentenció Rafael Ortega Salvador, “la cartera permanente es más conservadora y muchísimo menos arriesgada”.