El Tesoro colocó $3,8 billones en una licitación especial y busca estabilizar el mercado de pesos

Con un solo bono dirigido a bancos, el Gobierno absorbió casi la totalidad de la liquidez excedente y moderó la volatilidad de las tasas de corto plazo.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 1 hora

La Secretaria de Finanzas logró este lunes un resultado clave en su licitación extraordinaria: adjudicó $3,788 billones sobre un total de $3,799 billones ofertados, prácticamente el 100%. El instrumento elegido fue el bono TAMAR con un spread del 1% por encima de la tasa mayorista de plazo fijo, en una operación diseñada a medida para los bancos, en línea con el reciente cambio de encajes decidido por el Banco Central.

 

Pablo Quirno, secretario de Finanzas, celebró el resultado y aseguró que la licitación “contribuye a completar el objetivo de absorción monetaria” tras el ajuste de encajes que empezó a regir la semana pasada. Vale recordar que este lunes también se liquidaron $5,8 billones de la licitación anterior, lo que había dejado a los bancos con una fuerte masa de pesos líquidos por colocar.

 

El operativo se dio en un contexto de fuerte volatilidad en el mercado de cauciones, que en los últimos días había llegado a picos del 75% antes de desplomarse al 2% en la rueda del lunes. Según analistas, el éxito de la colocación ayuda a estabilizar esas tasas: ya se vieron operaciones en torno al 40%, muy por debajo de los máximos recientes.

Pablo Lazzati, de Insider Finance, destacó que la licitación fue positiva en tres frentes: monto adjudicado, tasa y efecto sobre las cauciones. “Hubo consenso entre los bancos y el Tesoro, la tasa fue razonable y ya se nota una normalización en el mercado secundario”, aseguró.

 

En Puente remarcaron el carácter atípico de la operación: un solo instrumento, destinado exclusivamente a entidades bancarias, con un spread bajo en comparación con la semana pasada (1% contra 6%-7,5%). “Incluso así, sigue siendo una tasa muy elevada en términos históricos”, advirtieron.

 

En el corto plazo, la licitación le da al Gobierno oxígeno para mantener a raya la presión sobre el dólar y contener la volatilidad financiera. Pero en la City advierten: el desafío no termina acá. Cada vencimiento de deuda en pesos será una prueba de fuego para medir la confianza del sistema financiero en la estrategia oficial.

 

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