Microsoft lucha contra una demanda de USD 2.800 millones
Los demandantes argumentan que Microsoft cobró precios más altos y creó barreras para quienes querían ejecutar Windows Server en servicios de la competencia.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
Microsoft se encuentra en medio de una batalla legal significativa en el Reino Unido, donde una demanda colectiva busca responsabilizar a la compañía por supuestas prácticas anticompetitivas relacionadas con sus licencias de software en servicios de computación en la nube.
La demanda, valorada en GBP 2.100 millones (unos USD 2.800 millones), fue presentada ante el Tribunal de Apelación de Competencia de Londres por la abogada especializada en competencia Maria Luisa Stasi, en representación de casi 60.000 empresas británicas que utilizan Windows Server en plataformas de nube de terceros como Amazon Web Services (AWS), Google Cloud y Alibaba Cloud.
Los demandantes argumentan que Microsoft cobró precios más altos y creó barreras para quienes querían ejecutar Windows Server en servicios de la competencia, en comparación con su propia plataforma de nube, Azure. Según esta acusación, la estructura de precios y las condiciones de uso habrían sido diseñadas de manera tal que favorecerían a Azure, convirtiéndolo en una opción más económica y atractiva que la de sus rivales.
Además de los precios supuestamente desventajosos para clientes que no usaban Azure, los abogados de los demandantes sostienen que Microsoft degradó la experiencia del usuario de Windows Server cuando se ejecutaba en nubes competidoras, lo que habría influido en la preferencia por su propio servicio.
Microsoft ha defendido su postura ante el tribunal, señalando que la demanda no presenta una metodología clara para calcular los daños reclamados y que, por ello, debería ser desestimada. La empresa sostiene que su modelo de negocio integrado, que combina la venta de software con servicios de nube en Azure, beneficia la competencia y no restringe injustamente a otros proveedores.
Este caso se produce en medio de un contexto más amplio de escrutinio regulatorio y legal sobre las prácticas de Microsoft en mercados clave, incluida la nube y el software empresarial. Autoridades de competencia en el Reino Unido, la Unión Europea y Estados Unidos han examinado y continúan investigando diferentes aspectos de los acuerdos y condiciones de licencia de la compañía, reflejando una creciente atención global sobre cómo las grandes tecnológicas equilibran su dominio de mercado con las normas antimonopolio.
