Milei volvió al país y firmó la reforma laboral: el proyecto ya está en manos del Senado

El Presidente firmó la iniciativa apenas bajó del avión tras su paso por Noruega. El Gobierno acelera los tiempos y busca que el debate arranque cuanto antes, aunque el tratamiento final quedará para el año próximo.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 0 horas

Apenas tocó pista en Aeroparque después de su visita a Oslo, Javier Milei se puso al frente del tema que más presiona en su agenda: la reforma laboral. El mandatario firmó el proyecto en una oficina del área militar del Jorge Newbery, en un video que grabó minutos después de bajar del ARG-01, el avión oficial que lo trajo de regreso al país tras participar de la entrega de los Premios Nobel de la Paz, donde María Corina Machado fue la galardonada.

 

La escena fue rápida y calculada. Con Manuel Adorni a su lado, el Presidente rubricó el texto que busca cambiar de manera profunda en las reglas del mercado laboral argentino. Después de dejar su firma, lanzó un mensaje breve y optimista, apuntado a mostrar impulso político: “Por más crecimiento, más prosperidad y más trabajo”.

 

En la Casa Rosada explicaron que la convocatoria para tratar la reforma ya está hecha y que el envío al Senado se realiza “en cuestión de horas”. Cerca del Presidente admiten que el texto venía ajustándose hasta último momento y que todavía estaban puliendo detalles antes de enviarlo formalmente.

 

Uno de los temas que tensó la relación con la CGT fue el de las cuotas sindicales. Finalmente, ese punto no formará parte de los cambios: seguirá funcionando el esquema actual, con descuentos aplicados a todos los trabajadores. “Era un punto de análisis fino y de charlas con los gremios”, reconocen en el Gobierno.

Con esta jugada, la Rosada busca que el Congreso empiece a discutir el proyecto la semana que viene. El oficialismo considera esta reforma como una pieza clave de su programa económico y quiere que el debate tenga movimiento antes del cierre del año legislativo, aunque ya admiten que la aprobación quedará para 2026. El plan es extender las sesiones desde mediados de enero hasta fines de febrero para darle tiempo al trámite parlamentario.

 

Ayer, Adorni reiteró que el proyecto irá al Congreso aun con el rechazo sindical latente. La CGT se reúne hoy para analizar la propuesta y fijar posición. “El texto está listo y va a ser tratado. Después, cada sector hará los planteos que crea necesarios”, afirmó el jefe de Gabinete, insistiendo en que el objetivo del Gobierno es reducir la informalidad que hoy afecta a la mitad de los trabajadores.

 

En un comunicado oficial, la Oficina del Presidente explicó que la iniciativa apunta a actualizar un marco normativo “que quedó viejo y dejó de dar respuestas a los desafíos actuales”. Según detallaron, el sistema vigente acumula décadas de litigiosidad, trámites engorrosos y estructuras rígidas que, según la visión oficial, frenan la creación de empleo.

 

El proyecto busca ordenar componentes salariales para las indemnizaciones, digitalizar la registración laboral, modernizar licencias y simplificar procesos administrativos, con un especial énfasis en aliviar cargas para las Pymes, sector al que el Gobierno considera clave para motorizar nuevos puestos de trabajo.

 

Con el documento firmado, el Senado confirmó la recepción del proyecto y lo incorporó al temario de sesiones extraordinarias. Así, el regreso del Presidente al país quedó marcado por un gesto político que busca mostrar decisión en uno de los temas más sensibles de la agenda económica.

 

De cara a los próximos días, en el Gobierno esperan que el debate legislativo le dé volumen político a la iniciativa, incluso sabiendo que será una discusión intensa. El oficialismo confía en que, con negociaciones y retoques, podrá avanzar en un texto que considera esencial para el rumbo económico de su gestión.

 

Mientras tanto, en el entorno presidencial aseguran que Milei quiere mantener el impulso y mostrar que las reformas estructurales no quedarán en el aire. “Es ahora o nunca”, repiten cerca suyo, convencidos de que el escenario político todavía les da margen para empujar los cambios más profundos.

 

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