La caución se derrumbó al 2% tras cambios del BCRA y la licitación de deuda
El desplome se dio después de que la tasa superara el 65% intradiario. La nueva normativa de encajes y la inyección de pesos explican la fuerte volatilidad.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
La tasa de caución a un día protagonizó este lunes un movimiento extremo en el mercado financiero: pasó de un máximo intradiario de 65,4% a desplomarse hasta el 2,1% TNA al cierre de la rueda. El derrumbe se dio justo después de la licitación de deuda del Tesoro y la entrada en vigencia del nuevo sistema de encajes diarios que dispuso el Banco Central.
En los plazos más largos, la foto también mostró volatilidad: la caución a dos días terminó en 5% y a tres días en torno al 15% TNA. Para los operadores, la explicación está en la combinación de normativa y liquidez. Desde la consultora PPI apuntaron que el cálculo de encajes sobre base diaria obliga a los bancos a cerrar posiciones más temprano y a evitar quedarse con excedentes, ya que el dinero no colocado queda remunerado al 0% en el BCRA.
A eso se sumó el resultado de la licitación del miércoles pasado, donde el financiamiento neto negativo fue de $5,8 billones. Ese movimiento dejó pesos dando vueltas en el mercado y, hacia el cierre, el Central salió a intervenir con pases activos, ofreciendo liquidez a una tasa superior al promedio de la rueda (65,7%).
Para Nicolás Capella, del Grupo IEB, la clave fue la licitación de este lunes, en la que se adjudicaron $3,8 billones a TAMAR +1%. Como esa operación liquida recién mañana, los bancos quedaron por un día con un exceso de pesos en cartera. “Una vez confirmado el monto adjudicado, esos fondos fueron directo a la caución, lo que explica el desplome de la tasa durante la tarde”, explicó.
El movimiento, advierten en la City, es coyuntural. De hecho, Capella proyectó que este martes la tasa de caución podría rebotar y volver a niveles cercanos al 45%. Aun así, el episodio dejó expuesta la fragilidad del mercado de pesos: cualquier cambio en la normativa o en el calendario de licitaciones puede desatar movimientos bruscos en tasas que son clave para medir la liquidez.
En lo inmediato, la atención de los bancos y fondos comunes de inversión seguirá puesta en cómo se acomoda la operatoria diaria de encajes. El temor es que estas oscilaciones tan marcadas generen ruido en otras tasas de corto plazo y compliquen la estrategia del Gobierno de mantener calma en el frente cambiario