El oro tocó otro récord histórico, pero cayó fuerte tras dichos de Trump
La onza llegó a superar los 4.300 dólares, pero el entusiasmo se frenó cuando el presidente de EE.UU admitió que un arancel del 100% a China “no sería sostenible”. Aun así, el metal acumula una suba del 64% en lo que va del año.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El precio del oro volvió a dar que hablar este viernes. Después de alcanzar un nuevo récord histórico por encima de los 4.300 dólares la onza, el entusiasmo de los mercados se desinfló en cuestión de horas. La baja vino después de que Donald Trump dijera que su idea de aplicar un arancel del 100% a los productos chinos no sería viable a largo plazo, lo que alivió las tensiones comerciales y, de paso, le quitó brillo al metal.
A primera hora de la mañana el oro al contado caía un 0,4% hasta los 4.309,63 dólares, luego de haber tocado los 4.378,69 dólares, su nivel más alto de la historia. En tanto, los futuros para diciembre seguían en terreno positivo, con una suba del 0,4% a 4.320,70 dólares.
Más allá del retroceso, el oro cierra la semana con una ganancia del 7,2%, su mejor desempeño desde 2008, cuando el colapso de Lehman Brothers disparó la crisis financiera global. Este repunte viene impulsado por el miedo a un nuevo sacudón económico y la búsqueda de refugio en activos seguros.
Los analistas explican que el comentario de Trump calmó a Wall Street. Las acciones en Nueva York recortaron pérdidas y los inversores retomaron el apetito por el riesgo. “Los índices rebotaron tras los dichos de Trump, y eso hizo que el oro bajara un poco”, explicó Fawad Razaqzada, de City Index.
Aun así, el contexto sigue jugando a favor del metal precioso. La Reserva Federal estadounidense dejó entrever que habrá nuevos recortes de tasas, lo que históricamente beneficia al oro, ya que reduce el rendimiento de otros activos y lo vuelve más atractivo como reserva de valor.
El banco HSBC, por su parte, ajustó su proyección y ahora espera que el oro promedie 3.455 dólares la onza en 2025 y que incluso llegue a 5.000 dólares en 2026, respaldado por la inestabilidad global.
La plata, que venía siguiendo de cerca al oro, también cedió un 1,7% a 53,32 dólares la onza, mientras que el platino y el paladio se desplomaron un 3,9% y un 4,4% respectivamente.
Aunque el oro aflojó sobre el cierre, el mercado sigue expectante. Con la Fed a punto de mover las tasas y las tensiones comerciales en pausa momentánea, los inversores no descartan nuevos máximos en las próximas semanas. Después de todo, cuando el mundo se pone incierto, el oro siempre encuentra una excusa para brillar