¿Es el fin del carry trade?

En un contexto de crecientes riesgos macroeconómicos y financieros tanto a nivel local como internacional, este modelo de inversión podría haber llegado a su fin.

Por Mariano Ricciardi

Director BDI Consultora

 

Durante los últimos años, el carry trade ha sido una estrategia recurrente para los inversores locales y extranjeros en Argentina. La posibilidad de obtener rendimientos significativos en pesos, frente a un tipo de cambio relativamente estable, fue un incentivo irresistible.

 

Sin embargo, en un contexto de crecientes riesgos macroeconómicos y financieros tanto a nivel local como internacional, este modelo de inversión podría haber llegado a su fin. Este artículo analiza las razones detrás de esta afirmación, evaluando el panorama actual y las proyecciones a futuro.

 

El carry trade en su esencia


El carry trade consiste en endeudarse o convertir capital en una moneda de bajo rendimiento (en este caso, dólares estadounidenses) para invertirlo en activos que rinden a tasas más altas, generalmente denominados en una moneda más volátil (pesos argentinos). En términos concretos, el inversor busca obtener un diferencial de tasas, siempre y cuando el tipo de cambio se mantenga estable o devalúe a un ritmo controlado.

 

Escenario optimista: Crawling peg e inflación controlada


Bajo un escenario optimista, con una inflación proyectada del 18% anual y un tipo de cambio acompañando ese ritmo de devaluación (crawling peg), el rendimiento real de una LECAP en pesos se reduciría considerablemente al pasarlo a dólares. Con una tasa nominal anual del 27%, el rendimiento efectivo en dólares apenas alcanzaría el 9% anual.
Aunque esta cifra podría parecer competitiva frente a instrumentos en dólares, el inversor asume un riesgo considerable al permanecer en pesos todo el año, especialmente en un contexto de alta incertidumbre..

 

Escenario pesimista: Riesgos acumulados en 2025


El año electoral 2025 presenta un panorama particularmente desafiante para la economía argentina. Entre los principales riesgos se destacan:

 

 

  1. Reservas internacionales negativas: Las reservas netas del Banco Central son insuficientes para sostener el tipo de cambio en caso de una corrida cambiaria.
  2. Un entorno internacional adverso: La incertidumbre mundial por una posible reelección de Donald Trump en Estados Unidos podría llevar a un endurecimiento de la política comercial y una renovada guerra de aranceles. Además, las devaluaciones de monedas emergentes, como el real brasileño y el peso mexicano, agravan la situación de vulnerabilidad.
  3. Incertidumbre política y económica local: En años electorales, las tensiones financieras suelen escalar, y la historia reciente sugiere que las intervenciones en el mercado cambiario podrían no ser suficientes para evitar una devaluación abrupta.
  4. Crisis en mercados emergentes: Las economías de Brasil y México enfrentan sus propios problemas estructurales, amplificando la percepción de riesgo en la región.

En este contexto, el carry trade no solo pierde su atractivo, sino que se convierte en una apuesta de alto riesgo con un rendimiento esperado que podría no justificar la exposición asumida.

 

Conclusiones


Invertir en activos en dólares, como las Obligaciones Negociables, ofrece una alternativa más segura con rendimientos similares y sin la exposición al riesgo cambiario.

 

En el contexto actual, la cautela y la diversificación son fundamentales para proteger el capital y maximizar los rendimientos.

 


El único escenario en el que el carry trade podría recuperar atractivo sería en un contexto de estabilización macroeconómica significativa, acompañada de una reducción drástica en el riesgo cambiario y un aumento considerable en las reservas internacionales. Mientras tanto, los inversores harían bien en repensar sus estrategias y priorizar la conservación del capital sobre las ganancias especulativas a corto plazo.
 

 

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?