La inflación en CABA fue del 2,2% en septiembre y volvió a acelerarse
El índice de precios porteño subió tras el 1,6% anterior y acumula un alza del 22,7% en lo que va del año. En los últimos doce meses, el costo de vida en la Ciudad trepó 35%.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
La inflación en la Ciudad de Buenos Aires se aceleró en septiembre y alcanzó el 2,2%, según informó el Instituto de Estadística porteño. El dato marca una suba respecto del mes anterior, cuando había sido del 1,6%, y refleja un repunte en varios rubros sensibles del consumo urbano.
Con este resultado, el costo de vida acumuló un incremento del 22,7% en los primeros nueve meses de 2025, mientras que la variación interanual llegó al 35%.
El avance del mes en cuestión estuvo impulsado principalmente por cinco divisiones que explicaron el 70% del aumento total:
Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles: subió 2,4%, empujada por alquileres y gastos comunes, y aportó 0,48 puntos porcentuales al índice general.
Transporte: aumentó 3,5% por combustibles, pasajes aéreos y autos, con una incidencia de 0,37 puntos.
Alimentos y bebidas no alcohólicas: registró una suba del 2%, destacándose las frutas (+6,5%) y las verduras (+4,9%), con una incidencia de 0,36 puntos.
Salud: avanzó 2% por los aumentos en cuotas de medicina prepaga, aportando 0,18 puntos.
Recreación y cultura: creció 3,1% por los mayores costos en servicios deportivos y paquetes turísticos, con una incidencia de 0,16 puntos.
En el desglose por tipo de gasto, los bienes subieron 2,3%, mientras que los servicios avanzaron 2,1%, aunque en la comparación interanual estos últimos siguen liderando con un aumento del 42,7%, frente al 23,7% de los bienes.
La inflación núcleo, que excluye precios estacionales y regulados, también fue del 2,2%. En tanto, los regulados aumentaron 2,1% y los estacionales 2,6%, evidenciando que el alza de precios se mantiene extendida en todos los segmentos.
El repunte de la inflación porteña refleja que el proceso de desinflación todavía enfrenta tensiones, especialmente en rubros sensibles como vivienda, transporte y alimentos, que impactan directamente en el bolsillo. Aunque los precios regulados avanzan con más moderación, la presión de los costos privados continúa firme.
La dinámica de los servicios, con incrementos por encima del promedio, muestra que la inercia inflacionaria sigue viva y podría trasladarse al resto de la economía. En un contexto donde el Gobierno busca consolidar la estabilidad, los datos de CABA funcionan como un termómetro temprano que anticipa los desafíos que aún quedan por delante.