Cavallo advierte sobre la incompleta liberalización cambiaria y sus riesgos para la economía argentina
El exministro de Economía Domingo Cavallo señala que la liberalización cambiaria en Argentina es incompleta y advierte que el peso sobrevaluado puede poner en riesgo la competitividad de la industria local en un contexto de apertura económica.
El exministro de Economía, Domingo Cavallo, comparte en su blog personal un análisis sobre el estado actual de la economía argentina. En su estudio, enfatiza que la liberalización cambiaria aún no se concreta del todo, ya que si bien se permite el acceso al mercado oficial para personas físicas, las empresas siguen bajo un cepo que impide la normalización total del sistema cambiario. Cavallo señala que, aunque se habilitó la compra de divisas, este paso no supone un verdadero fin de los controles, dado que continúan existiendo restricciones que dificultan una intermediación financiera fluida en dólares.
En sus palabras, “el Gobierno no debería temer a la liberalización completa del mercado cambiario ni a la eliminación de cualquier vestigio de represión financiera”. Además, critica la pasividad del Banco Central al no intervenir con compras de reservas pagadas en pesos, lo que a su juicio restringe la remonetización de la economía. Según Cavallo, una política fiscal estricta puede servir como un “sólido reaseguro” para garantizar la estabilidad económica y mitigar desequilibrios.
El exministro sostiene que deshacerse de los controles no solo facilitaría la remonetización en ambas monedas, sino que también contribuiría a diluir las expectativas de fluctuaciones bruscas tras las elecciones. Cavallo argumenta que la disminución de la incertidumbre permitiría reducir las tasas reales de interés, un aspecto crucial para reactivar la actividad económica y favorecer un crecimiento sostenido.
Cavallo también destaca que eliminar el atraso cambiario podría abrir la economía con menores riesgos para la industria nacional. Sugiere que el ajuste del tipo de cambio oficial brindaría sentido a la competencia importadora sin perjudicar la producción local y, a su vez, fortalecería los incentivos a la exportación de bienes y servicios.
Al analizar el contexto actual, el exfuncionario advierte que el peso argentino está sobreevaluado, lo que representa un riesgo en el proceso de apertura gradual de la economía. Indica que la competencia externa se ha intensificado, especialmente por las restricciones impuestas por Estados Unidos, lo que obliga a los exportadores a buscar nuevos mercados a menudo a precios bajos, generando un efecto adverso en la competitividad de Argentina.
Cavallo aboga por la adopción de medidas que contrarresten los efectos negativos sobre la producción local, subrayando que un peso sobrevaluado haría a la industria nacional vulnerable frente a las importaciones. En su reflexión, sugiere que es necesario un enfoque más amplio para asegurar la competitividad y el crecimiento. Propone eliminar las restricciones financieras para afianzar la estabilidad y alentar la inversión, resaltando que la previsibilidad de las reglas es esencial para que los actores económicos puedan planificar su futuro.
Finalmente, Cavallo manifiesta su preocupación respecto a las interpretaciones erróneas sobre el tipo de cambio, señalando que “me preocupan los cantos de sirena que sostienen que, porque hay libre flotación y el Banco Central no emite para comprar reservas, el tipo de cambio es el apropiado”. Además, en base a los gráficos de inflación proporcionados por su hijo, Alberto Cavallo, se menciona un rebote en junio, aunque él pide controlar las alarmas, ya que la tasa de inflación se mantiene dentro del rango habitual desde noviembre. Por último, resalta que el EMAE mostró una recuperación en abril, pero observa que esto se detuvo en mayo y junio, atribuyendo esto a las altas tasas de interés que limitan la reactivación económica.