Trump amenaza a Japón con aranceles de hasta el 35% y preocupa a los mercados

La advertencia de Trump sobre aranceles de hasta el 35% eleva las tensiones comerciales. Analistas sugieren que Japón debe reconsiderar su estrategia para evitar consecuencias negativas en su economía y en el mercado.

 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanza nuevas amenazas a Japón, sugiriendo la posibilidad de imponer aranceles que lleguen hasta el 35%. Esta declaración genera inquietudes en el mercado y pone en duda la estrategia del gobierno japonés en las conversaciones comerciales. Trump argumenta que Japón debería “pagar un 30%, un 35% o cualquier cifra que determinemos”, subrayando su preocupación por el déficit comercial que presenta Estados Unidos ante Japón.

 

Aunque algunos analistas opinan que las palabras de Trump no deben tomarse al pie de la letra y que es probable que se alcance un acuerdo, esto podría significar que Tokio tendrá que replantear su enfoque. “Existe cierto riesgo de que EE. UU. tenga una rabieta que dé lugar a medidas punitivas más duras”, advirtió Kurt Tong, exdiplomático estadounidense. Esto podría obligar a Japón a responder con sus propias contramedidas.

 

La actual estrategia de presión de Trump podría ser similar a tácticas anteriores, según la cual se logran concesiones inesperadas sobre la marcha. Sin embargo, el mercado todavía pondera cómo reaccionar ante una posible ruptura. Aunque se espera que los índices japoneses no sufran un colapso absoluto, existen pronósticos que indican que el Nikkei 225 podría caer a unos 38.000 puntos, lo que representa un descenso del 4%. En contraste, si se llega a un acuerdo, este podría dispararse por encima de los 40.000 puntos.

 

Hasta el momento, Japón mantiene una postura firme en las negociaciones, buscando la eliminación de todos los aranceles de una vez, especialmente en sectores críticos como el automotriz, donde la industria representa casi el 10% del PIB del país. El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, manifiesta que no está dispuesto a aceptar un acuerdo que no beneficie a ambas partes y prefiere no llegar a una solución antes de las elecciones al Senado del 20 de julio.

 

Ishiba destaca que Japón es el mayor inversor mundial en EE. UU. y su contribución al empleo es considerable, resaltando que su relación comercial es distinta a la de otros países. A medida que se acerca la fecha límite del 9 de julio, algunos analistas, como Ichiro Fujisaki, subrayan la necesidad de cambiar la estrategia para convencer a Estados Unidos de no imponer estos aranceles. “Este panorama presenta riesgos importantes, y existe una mayor posibilidad de que las cosas se desmoronen de lo que el mercado está anticipando”, comenta Zuhair Khan, gestor de fondos.

 

Finalmente, los analistas están divididos sobre el impacto que estos posibles aranceles tendrían sobre el yen, pero coinciden en que, eventualmente, se alcanzará algún tipo de acuerdo, aunque es probable que implique un importante sacrificio por parte de Japón para cumplir con las exigencias estadounidenses.

 

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