En detalle: qué está pasando con el mercado estadounidense de bonos
Los gobiernos enfrentan mayores costos para financiar sus operaciones, y esto alimenta temores sobre una espiral de deuda e impagos que desestabilizó el mercado de bonos.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
El mercado de bonos siempre fue mucho menos volátil que los mercados de acciones, criptomonedas y materias primas. Sin embargo, en los últimos tiempos, la renta fija comenzó a experimentar una mayor dinámica.
Los retornos de los bonos del Tesoro estadounidense subieron ante la inquietud de los inversores por posibles cambios en la política comercial y el creciente nivel de endeudamiento público.
El incremento repercute en toda la economía: encarece hipotecas, créditos empresariales y ralentiza la actividad económica, lo que también afecta negativamente a los mercados bursátiles.
Además, los gobiernos, como grandes prestatarios, enfrentan mayores costos para financiar sus operaciones, y esto alimenta temores sobre una espiral de deuda e impagos que desestabilizó el mercado de bonos.
"Los rendimientos de los bonos, especialmente los del Tesoro, representan el coste de financiación para los gobiernos", declaró Kathy Jones, estratega jefe de renta fija en Schwab. "Cuando los rendimientos suben, el costo del gasto público sube, y viceversa", añadió.
La preocupación por el rápido aumento de la deuda se intensificó luego de que la Oficina de Presupuesto del Congreso estimara que la ley fiscal emblemática del expresidente Trump podría incrementar el déficit en USD 2,4 billones en la próxima década.
Al mismo tiempo, el comportamiento reciente de los inversores puso en duda el rol tradicional de los bonos del Tesoro como activos refugio. Aunque suelen ser una pieza clave en estrategias de inversión conservadoras, su fiabilidad depende de la solidez institucional y económica del país.
"La reciente volatilidad en el mercado de bonos refleja la combinación de políticas que actúan de forma contradictoria", afirmó Jones. "El mercado se encuentra atrapado entre estas fuerzas y lucha por encontrar una trayectoria coherente", finalizó.
Bajo su punto de vista, la política fiscal es expansiva en un momento en que la economía crece a un ritmo relativamente saludable y la inflación aún se sitúa muy por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal.
Mientras tanto, los aranceles y las políticas antiinmigratorias podrían implicar un crecimiento más lento y una mayor inflación, pero se están aplicando de forma inconsistente.