Suben las tasas, baja el crédito: el nuevo freno de la economía real

El desarme de la deuda del Banco Central no salió como esperaba el Gobierno, y ahora el mercado de pesos se recalienta. La suba del dólar, la disparada de tasas y la falta de crédito golpean a empresas y familias. 

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Jueves 24 de julio del 2025 a las 12:50 pm

 

Después del intento fallido de desarmar las famosas LEFI, la economía empezó a sentir el cimbronazo. Si bien el Gobierno logró ponerle un freno al dólar oficial —que sigue por debajo de los $1.300— y bajó algo la tasa de caución al 50%, los coletazos ya se notan. Los economistas avisan que este combo puede terminar enfriando más de la cuenta el consumo y la actividad.

 

Un caso que llamó la atención es el de los adelantos en cuenta corriente, esa especie de descubierto que usan las empresas por pocos días. En solo nueve jornadas la tasa saltó del 31% al 86% anual, algo así como un 7% mensual. Un palo durísimo para las pymes. Y mientras tanto, los préstamos personales siguen arriba del 70%, bien lejos del 21% que se proyecta de inflación para los próximos doce meses.

 

Desde Econviews explicaron que, sin intervenir en el dólar, el BCRA apuesta a tasas bien altas en pesos para mantener la calma cambiaria y contener precios. Pero ese plan tiene su costo: el crédito se encarece, la actividad se enfría, y el rebote económico se hace esperar. Para colmo, la situación se complicó más desde el 10 de julio, cuando se abandonaron las LEFI y se liberaron $10 billones al mercado, que después se absorbieron con nueva deuda y suba de tasas.

En ese marco raro, varios bancos se vieron obligados a vender dólares para poder cumplir con sus obligaciones en pesos. Al no contar con el fondeo que daban las LEFI, algunos prestaron caro y otros, directamente, salieron a hacer caja con divisas. Ahora están esperando que el BCRA vuelva a ofrecer los pases activos —una especie de préstamo exprés para bancos—, pero por ahora no hay señales de que eso vaya a pasar.

 

Gabriel Caamaño, de Outlier, advirtió que el crédito privado ya empezó a flaquear: en junio fue la primera vez en más de un año que cayó en términos reales. Los préstamos al consumo, como los personales o con tarjeta, pasaron de crecer fuerte a quedarse casi clavados. Según datos de LCG, el crecimiento mensual de esos rubros bajó al 0,9% y 1,5%, un parate fuerte respecto a principios de año.

 

Claudio Caprarulo, de Analytica, explicó que la suba de tasas golpea tanto a empresas como a familias. Para las primeras, significa menos inversiones y salarios ajustados. Para las segundas, menos chances de consumir, sobre todo bienes grandes. Y en ese clima de incertidumbre, se espera que la transición actual sea lo más corta posible para saber a qué atenerse con el financiamiento.

 

El EMAE de mayo ya mostró estancamiento (-0,1%), y se espera algo similar para junio. Desde Equilibra aseguran que no ven una recesión abierta en la segunda mitad del año, pero sí un freno claro. La baja de salarios reales y el acceso restringido al crédito son las razones principales.

 

Lo curioso es que, en año electoral, lo normal sería que el Gobierno empuje el consumo, atrase el dólar y afloje con las tasas. Pero esta vez no hay señales de eso. Para los analistas, el segundo semestre vendrá con crecimiento cero, y una economía tensionada por el costo financiero.

 

Mientras tanto, las familias ya muestran más endeudamiento y demoras en los pagos. El mercado mira con atención la próxima licitación del Tesoro. Y aunque el Central niega haber inyectado pesos, algunos creen que compró Lecap para contener el drenaje de los fondos comunes. Aún con toda la volatilidad, las consultoras siguen viendo una inflación de alrededor del 2% para julio, sin gran impacto del dólar en precios. Un respiro, aunque frágil.
 

 

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?