Trump duplica aranceles a India al 50% y reaviva tensiones comerciales

La medida lleva los impuestos de importación hasta el 50% y golpea a sectores clave como textiles, calzado y joyería. Nueva Delhi promete resistir y busca amortiguar el impacto con nuevos mercados.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 5 horas

Los aranceles punitivos de Estados Unidos sobre productos importados de India entraron en vigor este miércoles y elevaron la carga tributaria al 50%, uno de los niveles más altos aplicados por Washington. La decisión de Donald Trump se fundamenta en las compras de crudo ruso que sostiene Nueva Delhi, pese a las sanciones occidentales, y amenaza con dañar una relación estratégica que se había fortalecido en las últimas dos décadas.

 

La medida impacta de lleno en rubros intensivos en mano de obra como la confección, el calzado, los artículos deportivos, los químicos y las joyas, sectores que generan millones de empleos en la economía india. Según estimaciones de consultoras privadas, las exportaciones hacia Estados Unidos podrían caer más de un 40% en el actual ejercicio fiscal, lo que equivale a unos US$ 37.000 millones.

 

El gobierno de Narendra Modi, que no ocultó su malestar, aseguró que seguirá comprando energía de Rusia para garantizar la seguridad de suministro interno. Al mismo tiempo, analiza un paquete de ayuda financiera para las empresas afectadas y busca acelerar acuerdos comerciales con Europa, Reino Unido y Australia como contrapeso.

Los mercados ya dieron señales de alarma: el martes, antes del anuncio oficial, la Bolsa de Bombay registró su peor caída en tres meses y la rupia encadenó su quinta jornada de pérdidas, tocando el mínimo de las últimas tres semanas. Los analistas calculan que hasta dos millones de empleos podrían estar en riesgo en el corto plazo si no se logra contener el golpe.

 

Lo que está en juego en la pulseada EE.UU.-India

 

El movimiento de Trump no solo refleja un castigo económico, sino también un mensaje político: Estados Unidos quiere marcar límites a la creciente cercanía de India con Rusia en materia energética. El trasfondo geopolítico es evidente: el petróleo barato de Moscú le permitió a Nueva Delhi ahorrar más de US$ 17.000 millones desde 2022, un alivio que ahora podría esfumarse.

 

Para India, el dilema es complejo. Rusia sigue siendo un socio indispensable tanto en defensa como en energía, pero al mismo tiempo la relación con Estados Unidos es estratégica frente al avance de China en Asia. Modi no puede darse el lujo de elegir entre uno y otro.

 

El efecto inmediato será un freno en las exportaciones y una presión extra sobre el empleo industrial. Sin embargo, India cuenta con demanda interna robusta y una base productiva diversificada que podrían amortiguar la crisis si se acompaña de reformas orientadas al comercio exterior.

 

En el plano internacional, la disputa pone a prueba la resiliencia de la relación entre las dos mayores democracias del mundo. Si no se alcanza un entendimiento en las próximas semanas, el costo político y económico podría ser mucho más alto que el fiscal: erosionar la confianza mutua y frenar el papel de India como contrapeso a China en la región

 

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