La carne vuelve a la mesa: el consumo repunta después de un año en baja

Tras un 2024 para el olvido, el consumo de carne empieza a levantar cabeza. Carne vacuna, pollo y cerdo muestran subas en todos los frentes, empujados por una leve mejora económica.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 0 horas

Después de meses los argentinos están volviendo a poner carne en la mesa. Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) trajo buenas noticias: el consumo de vaca, pollo y cerdo creció con fuerza en lo que va del año, marcando un cambio de tendencia tras la dura caída del 2024.

 

Según el relevamiento, la carne vacuna —la estrella indiscutida del asado— trepó un 7% respecto al año pasado, alcanzando 1,6 millones de toneladas. No es poca cosa: también supera en un 2% el promedio de los últimos cinco años. El pollo, el gran aliado del día a día, rompió récords con 1,4 millones de toneladas consumidas entre enero y agosto, el nivel más alto desde 2016. Y el cerdo, que cada vez pisa más fuerte en las cocinas argentinas, se plantó con 573.000 toneladas y un crecimiento del 8,5%.

 

Si se suman todas las carnes, el consumo promedio en 2025 rondaría los 113 kilos por habitante, un 3% más que el año anterior. Una buena señal de que el bolsillo empieza a respirar, aunque todavía no como para tirar manteca al techo. En agosto, la actividad económica subió 2% interanual, y ese pequeño repunte ya se siente en las góndolas y en la parrilla.

 

Claro que los precios siguen siendo un tema sensible. La carne vacuna se vende en promedio a $12.357 el kilo, con un aumento del 58,4% anual. El cerdo ronda los $7.394 (+37,7%) y el pollo unos $3.808 (+34,4%). Según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en septiembre la vaca subió otro 1,8%, mientras el cerdo aumentó 3,1% y el pollo bajó levemente 0,7%. En resumen: sigue caro, pero al menos ya no tan prohibitivo como hace unos meses.

En medio de este panorama, el huevo también ganó protagonismo. Con 380 unidades por persona al año, marcó un récord histórico, gracias a su precio más amable y su versatilidad para zafar cualquier comida. De hecho, un 30% de los hogares aumentó su consumo en el último año, según la Cámara Argentina de Productores e Industrializadores Avícolas.

 

Al final del día, lo que muestran los números es simple: cuando la economía da un poco de aire, el argentino vuelve a sus costumbres más queridas. Sea un asado con amigos, un guiso en casa o unas milanesas un martes cualquiera, la carne volvió a ser protagonista. Falta camino para volver al ritmo de otros años, pero al menos, el plato ya no está tan vacío

 

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