Las ventas minoristas volvieron a caer en septiembre un 4,2%
Según CAME, las ventas minoristas retrocedieron 4,2% en septiembre respecto al año pasado. El consumo sigue golpeado por la pérdida de poder adquisitivo y la incertidumbre económica.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Las pymes volvieron a sufrir otro mes complicado. De acuerdo con el relevamiento mensual de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas cayeron 4,2% interanual en septiembre, marcando el quinto mes consecutivo en rojo. Además, en la comparación con agosto, también se registró una baja del 2%.
El dato confirma una tendencia que preocupa al sector: la demanda no levanta cabeza desde mayo, cuando se había cortado la racha positiva que arrancó a fines del año pasado. En lo que va del 2025, sin embargo, las ventas todavía muestran un crecimiento acumulado del 5%, sostenido por el buen arranque del verano.
Desde CAME señalaron que “septiembre cerró con un retroceso generalizado en las ventas minoristas pymes, reflejando la fragilidad del consumo interno y el impacto de la incertidumbre económica y política”. También advirtieron que “la pérdida de poder adquisitivo, el endeudamiento de los hogares y la falta de estímulos comerciales condicionaron la demanda”, lo que llevó a un escenario donde predomina la cautela y la espera.
Por rubros, la caída fue pareja en todos los sectores, con dos excepciones. Los mayores retrocesos se dieron en Textil e indumentaria (-10,9%) y en Bazar, decoración y muebles (-6,2%), mientras que Perfumería logró un repunte del 1,4% y Ferretería mantuvo los mismos niveles de ventas.
En alimentos y bebidas, las ventas bajaron 3,1% interanual, aunque en el acumulado anual todavía muestran una mejora del 7,2%. En calzado, la caída fue del 4,3%, y en farmacia, del 1,4%. La única nota positiva del mes fue que algunos sectores, como perfumería y materiales de construcción, lograron sostener la actividad pese al menor movimiento general.
Desde el sector comercial advierten que el panorama recién podría empezar a mejorar hacia fin de año, con el impulso de las fiestas y el turismo interno. “Hay expectativas, pero todo depende de que se estabilice el dólar y que los salarios empiecen a recuperar algo de terreno”, confió un referente de CAME.
Mientras tanto, los pequeños y medianos empresarios siguen apostando a resistir. Entre los que aún sostienen sus persianas abiertas, el mensaje es claro: vender se puede, pero cuesta cada vez más. La prioridad, por ahora, es aguantar el temporal y esperar que la economía dé señales más firmes de recuperación.