Un comentario experto sobre los mercados latinoamericanos
Brasil mostró un sólido repunte en las acciones a pesar de los aranceles y otros problemas, pero por ahora enfrenta tensiones políticas. Argentina, por su parte, se sostiene gracias al optimismo.
Por John Murillo
Chief Business Officer de B2BROKER
Esta semana, los mercados latinoamericanos enfrentan un equilibrio frágil, donde la incertidumbre política interna y la dependencia de factores externos —como la salud económica de Estados Unidos y los precios de las materias primas— amenazan con socavar los períodos de estabilidad.
Recientemente, Brasil mostró un sólido repunte en las acciones a pesar de los aranceles y otros problemas, pero por ahora enfrenta tensiones políticas. El propuesto impuesto del 18% sobre las inversiones ha alarmado a los inversores (el Ibovespa cayó durante toda la semana pasada) y surgió en el momento menos oportuno, justo cuando los mercados comenzaban a recuperar algo de confianza. El Congreso pospuso la decisión, mostrando que Lula necesita resultados, pero no puede darse el lujo de alejar el capital.
Argentina, por su parte, se sostiene gracias al optimismo. La estabilidad del peso se logra mediante la acción del banco central y el apoyo de USD 20.000 millones estadounidenses. Esto ayuda antes de las próximas elecciones, pero no soluciona el problema de fondo. Sin reformas creíbles en materia fiscal y monetaria, las presiones económicas de Argentina inevitablemente volverán cuando se retire el apoyo temporal.
Colombia y México muestran lo difícil que es equilibrar el control de la inflación con el crecimiento económico. El lento avance de Colombia hacia su meta de inflación del 3% ahora se complica con la relajación de sus reglas fiscales. La situación en México es más estable, ya que la inflación se encuentra dentro del rango objetivo: el peso se ha mantenido estable cerca de $18,32 por dólar estadounidense, y su mercado bursátil ha registrado ganancias. Sin embargo, esta estabilidad está estrechamente vinculada a la salud de la economía estadounidense, lo que la hace vulnerable a una posible desaceleración allí.
En Chile, el peso se mantiene estable cerca de $960 por dólar, respaldado por los altos precios del cobre. Los precios del metal siguen cumpliendo su función, creciendo y brindando cierto apoyo al peso y al mercado de Santiago. Sin embargo, si las cotizaciones de las materias primas caen o la inflación sorprende, la confianza en este mercado podría desvanecerse rápidamente. Además, el peso se ha vuelto aún más vulnerable, ya que los recortes de tasas de interés del Banco Central han reducido su atractivo en términos de rendimiento.