Rusia recortó fuertemente su previsión de crecimiento económico

Tras dos años de expansión acelerada, 4,1% en 2023 y 4,3% en 2024, la economía rusa comienza a perder impulso. 

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Hace 7 horas

El gobierno ruso prevé que el crecimiento económico del país se reducirá al 1,5% en 2025, muy por debajo de la estimación oficial anterior del 2,5%.

 

El ministro de Finanzas, Anton Siluanov, informó al presidente Vladimir Putin que el enfriamiento responde principalmente al impacto de las elevadas tasas de interés, que limitaron el crédito y frenaron la inversión.

 

Tras dos años de expansión acelerada, 4,1% en 2023 y 4,3% en 2024, la economía rusa comienza a perder impulso. El repunte estuvo alimentado por el gasto militar y la resiliencia frente a sanciones occidentales, pero el costo fue una inflación persistente que obligó al Banco Central a llevar la tasa de referencia al 21% en octubre, el nivel más alto en dos décadas. Aunque luego se redujo al 18%, el crédito caro y la escasez de mano de obra continúan presionando la actividad.

 

El ministro de Economía, Maxim Reshetnikov, ya había advertido que Rusia corría riesgo de recesión si no cambiaba la política monetaria. Por su parte, el primer viceprimer ministro, Denis Manturov, reconoció que tanto la industria manufacturera como la producción industrial crecerán menos de lo esperado.

 

Putin se mostró preocupado por las "distorsiones" que generan las tasas elevadas, en particular la caída de las inversiones de las grandes empresas. En reuniones recientes con su gabinete, señaló que existen "muchos matices" en la búsqueda de crecimiento sostenible, reflejo de un debate abierto entre el Kremlin, el Banco Central y los economistas sobre el rumbo de la política monetaria.

 

Los datos recientes refuerzan la tendencia: en el segundo trimestre de 2025, el producto bruto interno avanzó apenas 1,1%, frente al 4% del mismo período del año anterior. El Fondo Monetario Internacional también revisó a la baja sus previsiones y espera una expansión de solo 0,9% este año.

 

Con un gasto militar que sigue absorbiendo enormes recursos y una economía estancada en torno a los niveles de 2013, Moscú enfrenta el dilema de sostener la guerra en Ucrania sin sacrificar aún más la estabilidad interna. Analistas estiman que el gobierno podría verse obligado a aumentar impuestos y recortar gasto público en los próximos meses.

 

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