Afirman que China está desarrollando una economía de consumo de gran tamaño
Li Qiang detalló que los responsables políticos estaban transformando al país en una megapotencia del consumo, aprovechando su ya consolidada fortaleza como potencia manufacturera.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
Li Qiang, el primer ministro de China, afirmó que la nación asiática está convirtiendo el consumo en un motor de la economía, lo que podría llevarla a ser una "fuerza estabilizadora" dentro del panorama comercial global, caracterizado por múltiples luchas arancelarias.
Li detalló que los responsables políticos estaban transformando al país en una megapotencia del consumo, aprovechando su ya consolidada fortaleza como potencia manufacturera.
Durante su discurso del miércoles en el Foro Económico Mundial en Tianjin, el funcionario señaló que esta evolución "abrirá vastos mercados a empresas de todo el mundo".
Además, en medio de un contexto de crecientes tensiones comerciales mundiales, sostuvo que China está en condiciones de "atravesar los ciclos, avanzar con determinación y seguir aportando estabilidad y certidumbre a la economía mundial".
Aunque evitó mencionar directamente los aranceles impuestos por la administración Trump o las restricciones tecnológicas de Washington, hizo un llamado a "todas las partes a no politizar los asuntos económicos y comerciales". Asimismo, indicó que el enfoque de Pekín genera beneficios compartidos.
Las autoridades chinas suelen expresar confianza en el potencial del consumo interno como nuevo motor de crecimiento. Sin embargo, esta estrategia se vuelve cada vez más apremiante porque más gobiernos adoptan medidas para reducir la dependencia de las exportaciones chinas.
Por otra parte, Li también destacó los avances de China en sectores clave como los vehículos eléctricos y la inteligencia artificial. Relató que el país está dispuesto a "compartir sus tecnologías desarrolladas localmente y sus escenarios de innovación con naciones de todo el mundo".
Esta afirmación podría interpretarse como un contraste deliberado con la postura de Estados Unidos, que busca restringir el acceso de China a semiconductores avanzados y otros equipos tecnológicos sensibles alegando razones de seguridad nacional.