Trump y Xi Jinping volvieron a hablar y la Casa Blanca lo celebra como un “guiño de estabilidad”

Bajada: El presidente estadounidense aseguró que mantuvo una charla “excelente” con su par chino y que la relación atraviesa uno de sus momentos “más fuertes”. Comercio, Ucrania, fentanilo y la agenda de viajes, en el centro de la conversación.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 0 horas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contó ayer lunes que tuvo una “excelente” charla telefónica con el mandatario chino, Xi Jinping, y remarcó que la relación bilateral está pasando por uno de sus puntos “más fuertes” desde que arrancó su gestión. La comunicación fue confirmada por la Casa Blanca y se centró en comercio, seguridad internacional y la situación política en Asia.

 

Según publicó el propio Trump en Truth Social, repasaron temas calientes como la guerra entre Rusia y Ucrania, la crisis del fentanilo y el comercio agrícola. El mandatario norteamericano se mostró especialmente conforme con los avances en beneficio del campo estadounidense y aseguró que el acuerdo alcanzado con China “solo va a mejorar”, impulsando al sector rural.

 

Además, Trump contó que ambos líderes acordaron mantener un contacto fluido y verse cara a cara en los próximos meses. La primera visita será de Trump a Pekín en abril, y más adelante Xi viajará a Estados Unidos para una visita de Estado. “Creemos que es importante hablar seguido, y así lo haremos”, escribió el presidente republicano.

 

La llamada se produjo semanas después del encuentro que ambos mantuvieron en Busan, Corea del Sur, donde lograron descomprimir tensiones tras meses de fricciones por la política arancelaria de Washington. Desde entonces, Estados Unidos redujo un 10% los aranceles a productos chinos, mientras que Pekín reactivó la compra de soja estadounidense y frenó nuevas restricciones a la exportación de minerales raros.

Aunque la Casa Blanca no dio muchos detalles, la lectura oficial china sí marcó varios puntos clave. Pekín señaló que Xi reiteró que Taiwán “debe volver a China”, planteándolo como parte del orden internacional surgido después de la Segunda Guerra Mundial. Según la prensa china, Trump dijo comprender la importancia del tema para Beijing.

 

Los medios oficiales también remarcaron que Xi insistió en la necesidad de cooperación entre China y Estados Unidos, advirtiendo que cualquier camino de confrontación perjudica a ambos. Y volvió a expresar su apoyo a una resolución pacífica del conflicto en Ucrania.

 

Todo esto ocurre en medio de un clima tenso en el este asiático, alimentado por las advertencias de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, sobre una posible respuesta militar de Japón si China avanza sobre Taiwán. A eso se suma una fuerte crisis diplomática entre Pekín y Tokio que todavía no encuentra salida.

 

Pese a ese escenario complicado, la administración Trump presentó la conversación como una señal clara de estabilidad y de una cooperación que intenta reconstruirse después de años de chispazos. Para el presidente estadounidense, la charla del lunes marca un nuevo capítulo en una relación que considera “extremadamente fuerte” y fundamental para la seguridad y la prosperidad global.

 

En la Casa Blanca creen que estos contactos regulares pueden ayudar a ordenar una agenda exterior cargada de tensiones y presiones internas, especialmente en un año donde cada gesto se lee también en clave electoral. Y en Beijing, al menos por ahora, parecen dispuestos a sostener el tono diplomático que dejó la cumbre de Busan, con la mira puesta en evitar sobresaltos económicos.

 

Habrá que ver si esta sintonía se mantiene cuando ambos líderes se reencuentren en abril, en un contexto global que cambia de humor semana a semana. Pero, por ahora, Washington y Pekín decidieron bajar la espuma y apostar a una hoja de ruta más previsible, algo que el mercado y los aliados de ambos países ven con alivio.

 

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