Stellantis invertirá USD 13.000 millones en Estados Unidos para afrontar los aranceles

Stellantis, surgida hace cuatro años y medio de la fusión entre Fiat Chrysler y PSA Peugeot, busca con este movimiento mejorar la rentabilidad en Norteamérica.

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Hace 1 hora

Stellantis anunció una inversión récord de USD 13.000 millones en Estados Unidos durante los próximos cuatro años, con el objetivo de aumentar su producción nacional de vehículos en un 50% y crear más de 5.000 empleos. El plan contempla ampliar la capacidad de fabricación en varios estados (Illinois, Ohio, Michigan e Indiana) y marca la mayor apuesta industrial del grupo en territorio estadounidense.

 

La inversión respaldará el lanzamiento de cinco nuevos modelos, entre ellos el nuevo Dodge Durango, que se ensamblará en Detroit, y una camioneta mediana que se producirá en Toledo, Ohio. Según el director ejecutivo Antonio Filosa, esta expansión busca “fortalecer la presencia manufacturera y traer más empleos estadounidenses a los estados”.

 

Stellantis, surgida hace cuatro años y medio de la fusión entre Fiat Chrysler y PSA Peugeot, busca con este movimiento mejorar la rentabilidad en Norteamérica. El grupo intenta compensar unos EUR 1.500 millones en aranceles derivados de los vehículos fabricados en Canadá y México, reforzando su producción doméstica.

 

La compañía prevé 19 modelos renovados en Estados Unidos hasta 2029, además de los nuevos lanzamientos. Entre ellos, destacan el regreso de dos íconos: el Jeep Cherokee, que volverá a producirse en México, y el Dodge Charger con motor de combustión interna, que será relanzado en 2025 tras haber sido discontinuado.

 

En respuesta a la demanda del mercado, Stellantis también reintrodujo este año el Ram Hemi V8, un modelo emblemático para sus clientes estadounidenses.

 

Actualmente, el grupo cuenta con 34 plantas y centros de operaciones en 14 estados, y produce alrededor de 16 millones de vehículos anuales para el mercado estadounidense. De ellos, la mitad se fabrica en EE. UU., mientras que otros 8 millones provienen de Canadá, México, Europa y Asia.

 

La inversión llega tras un semestre desafiante: en julio, Stellantis reportó pérdidas por EUR 2.300 millones, con una caída del 25% en los envíos a EE. UU., atribuida a la reducción de importaciones desde el extranjero.

 

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