Que cifras de inflación proyectan las consultoras privadas hasta fin de año
Tras el 2,1% de septiembre, las consultoras privadas prevén que los precios volverán a moverse fuerte este mes. La incertidumbre electoral, los alimentos y los servicios empujan los números hacia arriba.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Después del 2,1% que marcó septiembre —el registro más alto desde abril—, los economistas privados anticipan que la inflación volverá a acelerar en octubre. Todo en un clima enrarecido por la volatilidad financiera y las tensiones preelectorales.
Si no hay medidas de último momento o un cambio brusco en el escenario, los analistas creen que el IPC mensual podría ubicarse otra vez arriba del 2%. El Indec recién dará a conocer el dato el 12 de noviembre, unos quince días después de las elecciones legislativas.
Algunas estimaciones son más pesimistas y proyectan un salto de hasta 2,6%, impulsado por los aumentos en alimentos durante los primeros días del mes y por la presión de los servicios, que vienen empujando las mediciones hacia arriba.
La consultora EcoGo registró una suba semanal del 0,7% en la segunda semana del mes y proyecta que octubre cerrará con una inflación del 2,6%. “La incertidumbre electoral mantiene la presión sobre los precios”, señalaron.
Por su parte, Libertad y Progreso ubica la inflación entre 2,3% y 2,4%, con alimentos y bebidas liderando los aumentos. En esa categoría, los incrementos rondaron el 0,9% semanal, sumando medio punto al total mensual estimado.
Desde Analytica, Ricardo Delgado anticipó un registro cercano al 2,3%, destacando fuertes alzas en frutas (5,9%) y productos dulces (3,1%), mientras que verduras y otros alimentos mostraron subas más moderadas.
En tanto, C&T Asesores Económicos espera una variación cercana al 2%, sin grandes sobresaltos hasta el momento.
Hacia fin de año, las consultoras prevén que la inflación seguirá en esa zona del 2% mensual. LCG advirtió que, aunque el auxilio financiero de Estados Unidos da cierto aire, persisten dudas sobre el rumbo económico tras las elecciones. Si el Gobierno avanza hacia una flotación administrada del dólar, podría haber más presión inflacionaria al desarmarse el esquema actual.
La tendencia muestra que el freno de precios prometido por el Gobierno sigue lejos de concretarse. La economía no logra despegar y los parches financieros apenas logran contener la presión cambiaria. En ese contexto, las expectativas juegan un papel clave: cualquier movimiento político o económico previo a las legislativas puede impactar directamente en los precios.
Con el consumo aún planchado y la confianza en niveles bajos, el desafío será sostener la calma sin agotar las reservas ni recargar los bolsillos de los argentinos. El humor social empieza a mezclarse con los números, y el termómetro de la inflación parece, una vez más, el reflejo más claro de la incertidumbre política que atraviesa el país.