La economía rebotó 6,4% en junio, pero volvió a mostrar una baja mensual

El EMAE confirmó un crecimiento interanual sólido, aunque la actividad se contrajo 0,7% respecto a mayo. Comercio, industria y bancos, los motores del repunte.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 1 hora

El dato de junio dejó un sabor agridulce para la economía argentina. Según informó el INDEC, el estimador mensual de actividad económica (EMAE) subió 6,4% en comparación con el mismo mes del año pasado, pero en la medición desestacionalizada marcó una baja de 0,7% contra mayo. Es decir: la foto interanual es positiva, pero la película mes a mes sigue mostrando tropiezos.

 

Lo más destacado del informe es que doce de los sectores que conforman el EMAE anotaron subas interanuales, lo que da cuenta de una recuperación bastante generalizada. Entre ellos brillaron la intermediación financiera, que pegó un salto del 28,7%, y el comercio mayorista, minorista y reparaciones, que creció 11,5%. Este último fue el de mayor aporte al crecimiento global, seguido de la industria manufacturera, que trepó 7,8% y volvió a consolidarse como un motor clave de la actividad.

 

Tres sectores marcaron caídas en junio respecto al mismo mes de 2024, con la pesca como el gran perdedor: se derrumbó 74,6% interanual. A eso se sumaron retrocesos más leves en administración pública y defensa (-0,7%) y en otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-0,7%). En conjunto, estas bajas restaron casi medio punto al crecimiento global del EMAE.

 

La caída mensual de junio se suma a la de mayo, cuando la actividad ya había retrocedido 0,2%. Es un llamado de atención porque, si bien la comparación interanual luce fuerte, el ritmo más inmediato muestra señales de enfriamiento. Los economistas advierten que la volatilidad cambiaria y la inflación siguen condicionando el desempeño de varios sectores, sobre todo en lo que respecta a consumo y a inversiones productivas.

El balance del primer semestre, de todos modos, se mantiene en terreno positivo: la actividad creció en cuatro de los seis meses y acumuló un avance de 6,4% interanual. Un número que, aunque alentador, todavía se mide contra una base baja y refleja más un rebote que una expansión sostenida.

 

El comercio y la industria aparecen como los grandes protagonistas de la recuperación, empujados por un mayor movimiento en las ventas y cierta recomposición de la producción fabril. En tanto, el fuerte crecimiento de la intermediación financiera responde más al impacto de las variables monetarias y cambiarias que a un boom genuino del crédito.

 

Lo cierto es que junio dejó en claro la dualidad de la economía: por un lado, la comparación con 2024 muestra un salto importante, pero por otro, la dinámica mensual sigue atada con alambre y no logra encadenar varios meses seguidos de crecimiento.

 

Para el Gobierno, el desafío será transformar este rebote en un proceso sostenido, algo que exige estabilidad cambiaria y un rumbo claro en materia de inversión y consumo. Mientras tanto, el EMAE vuelve a mostrar que la recuperación todavía es frágil y depende tanto de lo que pase en la macro como del pulso de cada sector productivo

 

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