Jamie Dimon aterrizó en Buenos Aires y participará de un evento global de JP Morgan
El CEO de JP Morgan llegó al país en plena volatilidad del dólar y con las elecciones legislativas a la vuelta de la esquina. Participará de un foro del banco con empresarios top y políticos globales, mientras suena como pieza clave del paquete financiero que negocia el Gobierno.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El número uno de JP Morgan, Jamie Dimon, ya está en Buenos Aires. Su visita llega en un momento caliente: el dólar sigue agitado, los mercados miran con lupa cada movimiento del Gobierno y el clima político se recalienta rumbo a las elecciones legislativas del domingo.
Dimon participará de un evento global que el banco organiza esta semana en San Telmo, donde también estarán el ex primer ministro británico Tony Blair, la ex secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice y figuras del empresariado mundial como Amin Nasser, CEO de Saudi Aramco. Entre los invitados locales figuran Marcos Galperin (Mercado Libre), Eduardo Escasany (Galicia), Horacio Marín (YPF) y Mariano Bosch (Adecoagro), entre otros. El cronograma incluye un almuerzo privado con Dimon, un cóctel en el Teatro Colón y hasta la final del Abierto de Tortugas.
El banco estadounidense, además, sigue apostando fuerte por el país: acaba de cerrar el mayor contrato de alquiler corporativo de las últimas dos décadas para su nuevo campus en Núñez, donde planea ocupar más de 20 pisos y duplicar su operación para 2027.
Desde su sede central en Nueva York, JP Morgan viene analizando la situación argentina. En su último informe, el banco consideró que el Gobierno deberá ampliar consensos políticos y ajustar gradualmente el esquema cambiario si quiere aprovechar el respaldo del Tesoro de Estados Unidos y estabilizar la economía antes de las presidenciales de 2027. Para la entidad, mantener el sistema actual hasta las elecciones es clave, pero luego será inevitable “levantar los controles de capital” y “recalibrar la política monetaria”.
La llegada de Dimon no es un viaje más: es una señal. Mientras Milei busca dólares frescos y respaldo internacional, uno de los pesos pesados de Wall Street aterriza justo cuando el mercado más lo necesita.
En este contexto, cada gesto cuenta. Si hay foto con el Presidente o con Caputo, el mensaje será claro: el Gobierno sigue buscando apoyo externo para sostener el rumbo. Pero si el encuentro no se da, la visita podría leerse como una advertencia elegante de que la confianza todavía está en veremos.