Desde la Sociedad Rural celebran la baja de retenciones al campo que anunció Milei
El vice de la Sociedad Rural, Marcos Pereda, celebró fuerte el anuncio de Milei sobre la baja de retenciones a la soja y el maíz. Habló de una medida histórica, que despierta al agro y podría motorizar miles de empleos.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Marcos Pereda, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, no anduvo con vueltas. Apenas terminado el acto en la Expo Rural de Palermo, donde el presidente Javier Milei anunció una baja permanente en las retenciones a la soja y el maíz, el dirigente agropecuario largó con entusiasmo: “Fue una grata sorpresa, una muy buena noticia”. Y no es para menos: se trata de una baja del 20%, siete puntos menos, que impacta directamente en lo que se viene para la siembra. Pero lo más festejado es que no tiene fecha de vencimiento: “Eso es lo que más celebramos”, dijo.
Pereda no se quedó ahí. Fue más allá y planteó lo que muchos en el campo vienen pidiendo hace años: la eliminación total de las retenciones. Aunque reconoció que no es algo inmediato, se mostró optimista: “Sí, creemos que en el tiempo va a poder hacerlo. Depende de la macro, pero estamos en buen camino”. También dejó una frase que hizo ruido: “El sistema actual es perverso. Se cobra por adelantado sobre las ventas, no sobre la ganancia”. Y aclaró que si bien el Estado lo ve como ingreso fácil, a la larga termina ahogando al que produce.
Sobre el recibimiento al Presidente en la Rural, Pereda fue claro: “Fue un momento muy lindo. El presidente se sintió cómodo. Hacía años que no veíamos un jefe de Estado tan bien recibido acá. Desde Menem o Macri no se veía algo así”. Según él, entre Milei y el campo hay una conexión especial, una energía que no se veía hace rato. Y frente a las críticas del kirchnerismo por “beneficiar a los ricos”, el ruralista retrucó sin filtro: “El campo es el que te da de comer. Esto no son beneficios, son medidas para reactivar la economía”.
Sobre la ausencia de la vicepresidenta Villarruel en el acto central, Pereda bajó el tono: “Tenía su silla asignada, muy cerca mío, pero no vino. No sé qué pasó. De nuestro lado no hubo ninguna restricción”. No quiso alimentar polémicas.
Para cerrar, el dirigente dejó un mensaje que resume el ánimo del sector: “Fue una muestra de apoyo muy fuerte. El campo está esperanzado, y cuando el campo se mueve, se mueve todo el país”. Y con ese empujón, el agro vuelve a asomar la cabeza, con la vista puesta en sembrar, producir y empujar el carro.
En el fondo, lo que se juega no es sólo una baja de impuestos, sino un cambio de clima. Un gobierno que muestra señales al campo, un campo que responde con entusiasmo. Falta camino por recorrer, pero al menos ahora, la relación parece encaminarse.
Y en un país donde todo cuesta, una buena noticia que llega al productor se convierte en un pequeño alivio, una semilla de confianza que, con tiempo y trabajo, puede dar buenos frutos.