Crecen más de 13% los depósitos en dólares tras el fin del cepo cambiario

Desde que Milei liberó el dólar para personas físicas, volvieron casi 4 mil millones verdes a los bancos. Aunque las reservas mejoraron, siguen en rojo. 

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 8 horas

El dato sorprendió hasta a los más escépticos: en solo tres meses, desde que el gobierno de Javier Milei levantó el cepo cambiario para personas físicas, los depósitos en dólares en los bancos crecieron más de 13%, alcanzando los US$32.965 millones. Según el Banco Central, el salto fue de casi US$4.000 millones respecto a abril, cuando estaban en US$29.047 millones. Se terminó el mito de que los argentinos solo confían en el colchón o la caja fuerte.

 

El movimiento fue tan marcado que solo en julio, durante las primeras tres semanas, entraron US$1.959 millones al sistema financiero, un crecimiento del 6,3% en tiempo récord. Eso sí: no fue la clase media la que se volcó en masa. La mayoría de las colocaciones superan el millón de dólares, lo que muestra que el regreso de confianza se dio, por ahora, en sectores de alto poder adquisitivo. El "ahorrista común" todavía está mirando de lejos.

 

En detalle, las cajas de ahorro en dólares se llevaron la parte más grande del crecimiento, superando los US$26.000 millones tras sumar US$1.500 millones solo en julio. Los plazos fijos en moneda extranjera también repuntaron: US$546 millones más en las últimas semanas. En un contexto donde el dólar blue y los financieros están más tranquilos, muchos decidieron volver a bancarizarse.

Pero no todo son buenas noticias. Si bien el Fondo Monetario Internacional dio luz verde a un nuevo desembolso de US$2.000 millones, las reservas netas del Banco Central siguen en negativo. El saldo bruto está arriba de los US$40.000 millones, pero descontando lo que no es propio, el rojo es de US$6.000 millones, una mejora si se lo compara con los US$11.000 millones negativos con los que arrancó la gestión, pero igual preocupa.

 

Desde el FMI encendieron una luz amarilla: si bien reconocen que la situación se estabilizó con las bandas cambiarias implementadas en abril, la cobertura de reservas sigue baja, y estiman que solo se cubre el 23% del nivel necesario para garantizar cierta estabilidad de mediano plazo.

 

¿Qué muestra todo esto? Que mientras el Gobierno gana algo de aire en lo financiero y los dólares vuelven a aparecer, el camino sigue lleno de curvas. La confianza del gran capital empezó a asomar, pero para que el resto de la sociedad se suba a la ola, hace falta más que una señal.

 

El desafío es claro: mantener el rumbo sin quemar los motores. Si la estabilidad se sostiene, quizá el pequeño ahorrista también se anime a dejar los billetes bajo el colchón y volver a creer en el sistema. Pero con reservas netas aún en rojo y un FMI con lupa en mano, no hay margen para distracciones

 

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