La caída de las acciones de Oracle despierta temores de "burbuja" de la IA entre los inversores
Un informe flojo de Oracle prendió las alarmas sobre si el boom de la inteligencia artificial está pagando precios demasiado altos. Igual, en Wall Street aseguran que el entusiasmo por la tecnología sigue fuerte y que no es momento de hablar de techo.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El rally que venían disfrutando las acciones ligadas a la inteligencia artificial pegó un freno brusco después de que Oracle presentara un balance que cayó como un baldazo de agua fría. El dato reavivó la discusión sobre si el entusiasmo por la IA está inflando los precios más de la cuenta y si no se está formando una burbuja. De todos modos, la mayoría de los inversores insiste en que las razones para seguir confiando en el sector se mantienen, y que todavía no sería lógico anunciar un techo.
Durante todo el año, los fondos se volcaron con fuerza a las compañías vinculadas a la IA, impulsados por la promesa de que la tecnología hará más eficientes a las grandes empresas estadounidenses. Pero también hay voces que advierten sobre valoraciones que ya se ven algo exageradas. Incluso nombres pesados como Michael Burry compararon la fiebre actual con la era puntocom de los ‘90. Más allá de eso, las apuestas bajistas fuertes se concentraron en firmas más chicas y no tanto en los gigantes del rubro.
La mala onda se contagió a otras tecnológicas durante la rueda, reflejando una preocupación más amplia sobre el costo del desarrollo en IA y la falta de claridad sobre cuándo llegarán los retornos. Pese a eso, el mercado general se bancó la sacudida: el S&P 500 terminó el día apenas en alza, marcando otro récord histórico.
Para algunos analistas, lo de Oracle es un caso puntual y no un síntoma de un problema mayor. “Es una empresa que intenta jugar en la liga de los hiperescaladores sin tener el músculo financiero de los monstruos del sector”, explicó Chuck Carlson, de Horizon Investment Services. Desde la compañía optaron por no hablar sobre el derrape de su acción.
Varios operadores coinciden en que ahora el mercado está siendo más exigente con las inversiones en IA. Ya no alcanza con gastar fortunas para que las acciones suban. Meta lo vivió en carne propia en noviembre, cuando cayó más de un 10% después de anticipar un salto fuerte en sus gastos de capital para seguir expandiendo infraestructura.
Incluso quienes desconfían de la suba de la IA pisan con cuidado a la hora de apostar en contra. Burry volvió a la carga con críticas a gigantes como Nvidia y Palantir y mantiene una posición corta sobre esta última, aunque varios gestores sostienen que hablar de burbuja es ir demasiado lejos. En Ortex Technologies remarcan que no ven posiciones que indiquen un ataque masivo contra el sector.
Lo que sí aparece es un mayor interés por vender en corto algunas compañías de capitalización media o menor, donde los riesgos se sienten más expuestos. Pero en los grandes nombres, las posiciones bajistas siguen siendo mínimas. Para los analistas de Ortex, el clima actual refleja más escepticismo hacia casos puntuales que un intento coordinado por “cantar” el final del boom.
Un punto a favor para la plaza es que, pese a ciertos tropezones de las estrellas de la IA, el resto del mercado se mantuvo firme. Con la tecnología representando ya más de un tercio del S&P 500, muchos temían que un mal día en el sector arrastrara a todo el índice. Pero, por ahora, el mercado viene sorteando bien esos baches.
