Cómo parecer más joven a los 40 según un científico de Harvard
El Dr. William Li, científico de Harvard, brinda consejos sobre alimentación y ejercicio para mejorar la salud. Advierte sobre los peligros de los ultraprocesados y la necesidad de consumir proteínas para fomentar la longevidad.
Por redacción
La evolución de la ciencia permitió identificar prácticas específicas que promueven una vida saludable y longeva. El doctor William Li, científico de la Universidad de Harvard, detalla en su obra “Comer para sanar” el vínculo entre alimentación y longevidad.
Según Li, “tenemos mejor nutrición, menos pobreza, agua más limpia y mejores condiciones en comparación al 1900, entre otros”. A pesar de estos avances, el médico advierte sobre los riesgos actuales, tales como enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer, subrayando que “el 25% de la longevidad de las personas se debe a los genes heredados de los padres”.
Sin embargo, Li enfatiza que el estilo de vida, la dieta y el entorno juegan un rol fundamental en la posibilidad de alcanzar los 100 años. Una de sus recomendaciones primordiales es eliminar los productos ultraprocesados de la dieta, ya que estos impactan negativamente en el microbioma intestinal, afectando la capacidad del sistema inmunológico de combatir enfermedades.
Además, Li destaca la necesidad de evitar el contacto con plásticos y microplásticos, presentes en artículos cotidianos como cubiertos y botellas de agua. “Estas partículas han llegado a nuestro torrente sanguíneo y pueden llegar a nuestro cerebro de modo que afecten a nuestra longevidad”, advierte el especialista.
Dentro de sus consejos, el doctor también aborda la importancia de la actividad física, remarcando que el sedentarismo, cada vez más común en la era digital, contribuye a la aparición de enfermedades como la diabetes y la obesidad. Por lo tanto, el experto insiste en la importancia de realizar ejercicio, sugiriendo que las personas se levanten cada hora de sus puestos de trabajo.
Finalmente, el científico aconseja consumir proteínas diarias ajustadas a las necesidades individuales, dependiendo de la edad y talla, puesto que la pérdida de masa muscular se acelera con el tiempo. A partir de los 40 años, se recomienda una ingesta de entre 50 y 60 gramos de proteína al día para contrarrestar este fenómeno. El doctor concluye recordando que es fundamental consultar a un médico o nutricionista para determinar lo más adecuado en función de la salud y edad de cada persona.