Cómo mantenerse bien hidratado en invierno: trucos, ideas y consejos clave

Cuando llega el frío, muchos se olvidan de tomar agua. A diferencia del verano, donde el calor y la transpiración nos obligan a hidratarnos, en invierno la sensación de sed disminuye. Cómo hidratarse correctamente y las señales de deshidratación.

Por redacción

Viernes 30 de mayo del 2025 a las 2:49 pm

 

Cuando llega el frío, muchos se olvidan de tomar agua. A diferencia del verano, donde el calor y la transpiración nos obligan a hidratarnos, en invierno la sensación de sed disminuye. Sin embargo, el cuerpo sigue necesitando líquidos para funcionar correctamente. ¿Sabías que la deshidratación en invierno también es común y puede afectar tu energía, tu piel y hasta tus defensas?

 

En esta nota te contamos cómo mantener una buena hidratación cuando hace frío, con ideas prácticas, opciones calientes y pequeños trucos para incorporar agua sin darte cuenta.

 

Por qué es importante hidratarse en invierno

Durante los meses fríos, el cuerpo sigue perdiendo agua a través de la respiración (el vapor que exhalamos), la orina y hasta la calefacción, que reseca el ambiente. Si no reponemos esos líquidos, pueden aparecer síntomas como:

 

  • Fatiga o cansancio.

     

  • Piel seca y labios agrietados.

     

  • Dolor de cabeza.

     

  • Falta de concentración.

     

  • Estreñimiento.

     

Además, una buena hidratación es clave para que el sistema inmunológico funcione bien y pueda defendernos de resfríos y gripes típicos de la temporada.

 

¿Cuánta agua hay que tomar por día?

La recomendación general es entre 1.5 y 2 litros por día, aunque puede variar según la edad, el peso, el nivel de actividad y la dieta. Pero atención: no todo tiene que ser agua pura. Hay muchas maneras de sumar líquidos al día.

 

Trucos para hidratarte en invierno (sin sufrirlo)

1. Infusiones calientes todo el día

No todo es mate: podés sumar té verde, rooibos, jengibre con limón, manzanilla, cedrón, canela o menta. Evitá endulzarlas de más y probá combinaciones caseras. Las infusiones aportan líquidos, reconfortan y hasta tienen beneficios digestivos o antioxidantes.

 

2. Sopas e hidratos líquidos

Una sopa casera de verduras o un caldo de hueso bien condimentado no solo abriga, también hidrata. Es ideal como entrada, cena liviana o snack. Evitá los calditos comerciales con exceso de sodio y optá por versiones caseras.

 

3. Agua saborizada natural

Si te cuesta tomar agua sola, podés agregarle rodajas de naranja, limón, jengibre, pepino o unas hojas de menta. También podés entibiarla para que no enfríe el cuerpo. Así evitás los jugos industrializados que suelen tener azúcar agregada.

 

4. Comé frutas con alto contenido de agua

Aunque el frío no invita, las frutas de estación como naranja, mandarina, manzana o pomelo son grandes aliadas: hidratantes, nutritivas y con mucha vitamina C.

 

5. Llevá una botellita aunque no tengas sed

Tener agua cerca es el mejor recordatorio. Aunque no tengas ganas, cada tanto tomá un par de sorbos. Podés usar apps o alarmas suaves como ayuda para recordar.

 

6. Evitá el exceso de cafeína y alcohol

Ambos son diuréticos y, en exceso, pueden deshidratarte. Un café por la mañana está perfecto, pero no reemplaza el agua.

 

Señales de que no estás tomando suficiente agua

  • Orina muy amarilla o con olor fuerte.

     

  • Piel áspera o con picazón.

     

  • Dolor de cabeza persistente.

     

  • Boca seca o pastosa.

     

La hidratación no es solo cosa del verano. Aunque no transpiremos igual, el cuerpo sigue necesitando líquidos para funcionar bien. Aprovechá las opciones calientes, jugosas y naturales que ofrece el invierno y convertí la hidratación en un hábito diario. Tu energía, tu piel y tu salud te lo van a agradecer.

 

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