Morgan Stanley cree que las acciones todavía no están en una nueva tendencia alcista | Dolarhoy.com
Wall Street|22 de mayo de 2023

Morgan Stanley cree que las acciones todavía no están en una nueva tendencia alcista

Para el estratega Michael Wilson, las valoraciones son altas y solo unas pocas empresas impulsan las ganancias.

Por Gonzalo Andrés Castillo

 

Con el S&P 500 acumulando una suba de más del 20% desde el mínimo de octubre de 2022 hasta la actualidad, los inversores están comenzando a creer que están frente al inicio de una nueva tendencia alcista de mediano y largo plazo. No obstante, desafortunadamente, algunos especialistas de Wall Street no están tan seguros.

 

Detalladamente, Michael Wilson, el famoso estratega de Morgan Stanley que predijo con éxito la caída del 2022, dijo que ve demasiados factores bajistas como para ser optimista con la renta variable, al menos de cara al corto plazo.

 

"¿Es esta finalmente la ruptura para confirmar un nuevo mercado alcista? La respuesta corta es no", sentenció en una nota para sus clientes publicada este lunes. Entre los motivos se destacan las altas valoraciones de las acciones, las pocas empresas que impulsan las ganancias y el rendimiento superior de los activos defensivos.

 

Si bien él considera que una resolución positiva sobre el techo de deuda de Estados Unidos podría hacer que los precios de las acciones crezcan ligeramente en cuestión de semanas, se tratará de una "falsa ruptura" o "trampa alcista".

 

De todas maneras, a pesar de la visión bajista de Wilson, otros profesionales del sector con el mismo prestigio esperan que las cotizaciones sigan subiendo consistentemente, alegrando a los inversores en el camino.

 

Por ejemplo, Savita Subramanian, de Bank of America, directamente proyectó que el S&P 500 cerrará en 4.300 puntos a final de año, lo que implicaría una mejora de más del 2% desde la cotización actual.

 

"La era del dinero fácil quedó atrás, pero eso podría ser algo bueno", escribió en un informe a finales de la semana anterior. "La América corporativa ha cambiado su enfoque hacia los beneficios estructurales (eficiencia/automatización/IA) y se ha ganado tiempo para adaptarse a través de una deuda de tasa fija a largo plazo. Los cíclicos de la vieja economía, hambrientos de capital desde 2008, se han vuelto disciplinados y autosuficientes, lo que se evidencia en betas más bajas y ganancias más estables", concluyó.