JP Morgan cree que es un buen momento para invertir en acciones chinas
Desde el banco de inversión americano consideran que los castigados papeles chinos pueden ser una gran oportunidad de negocio.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
JPMorgan tiene una perspectiva favorable sobre las acciones chinas y ve con optimismo el sector inmobiliario mientras la segunda mayor economía del mundo intenta reforzar sus mercados de acciones y propiedades.
Según Wendy Liu, estratega jefe de acciones de Asia y China de JPMorgan, la visión de la firma sobre las acciones chinas es positiva. La analista explicó que aunque espera una pausa en el reciente aumento de las acciones chinas a corto plazo, confía en que las ganancias mejorarán en 2024 en comparación con 2023.
Los mercados bursátiles chinos han tenido un rendimiento deficiente en los últimos años. El CSI300 de China continental fue uno de los mercados con peor desempeño en Asia, perdiendo un 11.38% el año pasado, y también registró pérdidas en 2022 y 2021.
El índice Hang Seng de Hong Kong registró su cuarto año consecutivo de caídas en 2023, perdiendo un 14% el año pasado.
Las autoridades chinas han intentado reforzar las acciones del país mediante medidas para aumentar la liquidez del mercado y advertencias contra malas prácticas.
Liu es optimista sobre las reformas del mercado chino bajo la dirección de Wu Qing, el nuevo presidente de la Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC), que ha implementado reglas más estrictas para la cotización y exclusión de empresas, así como advertencias a las compañías con políticas de dividendos insuficientes.
Las medidas facilitan la penalización de empresas por violaciones regulatorias o problemas con sus informes financieros.
Sobre el sector inmobiliario, Liu afirmó que está en un "punto de inflexión" y que JPMorgan es "constructivo" al respecto.
La semana pasada, las autoridades chinas prometieron apoyo adicional a las empresas estatales para que compren apartamentos no vendidos, incluyendo una provisión de 300 mil millones de yuanes (42.25 mil millones de dólares) del Banco Popular de China a instituciones financieras para prestar a las empresas estatales locales y permitirles adquirir apartamentos ya construidos pero no vendidos.