Rodrigo Paz y Jorge Quiroga irán a balotaje en Bolivia tras 20 años de gobiernos de izquierda
El senador Rodrigo Paz y el expresidente Jorge 'Tuto' Quiroga disputarán el balotaje el 19 de octubre, en un contexto de crisis económica y fragmentación política que marca el fin del dominio del MAS tras dos décadas.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El próximo 19 de octubre, Bolivia celebrará una segunda vuelta electoral inédita desde la implementación del sistema de balotaje en 2009, en la que se enfrentarán el senador Rodrigo Paz Pereira y el expresidente Jorge 'Tuto' Quiroga, tras obtener la mayoría de votos en las elecciones presidenciales del pasado 17 de agosto.
Rodrigo Paz, candidato del Partido Demócrata Cristiano, logró más de 1.561.000 votos, equivalentes al 32,08%, mientras que Jorge Quiroga, representante de Alianza Libre, obtuvo 1.311.000 votos, un 26,94%, según datos preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE) con más del 90% de las actas contabilizadas.
El presidente saliente, Luis Arce, destacó la tranquilidad y transparencia del proceso electoral: "Hemos extremado todos los esfuerzos para garantizar un proceso electoral pacífico y transparente". Por su parte, Paz Pereira expresó ante sus seguidores: "Somos la voz de los que no aparecíamos en las encuestas, que no existíamos y no teníamos voz. Hay una Bolivia a la que no se la toma en cuenta".
Mientras tanto, Quiroga felicitó a su rival y aseguró que "Bolivia será libre por los siglos de los siglos" y que con el voto "hemos devuelto a todos la fe en la democracia y que se puede cambiar el país con la fuerza del voto, en contra de los bloqueos y sabotajes".
La segunda vuelta representa un cambio histórico, ya que por primera vez en casi 20 años un presidente que no pertenece a la izquierda gobernará Bolivia, abriendo un nuevo ciclo político tras la hegemonía del MAS desde la victoria electoral de Evo Morales en 2005.
La fragmentación política también se evidenció en la oposición, que meses atrás intentó unificar candidaturas pero terminó dividida. Ambos candidatos compiten por un electorado que anhela superar la crisis económica y cerrar la etapa del MAS, aunque con estilos muy distintos: Paz apuesta por un perfil renovador y moderado, mientras que Quiroga defiende un discurso conservador y más ideológico.
Quienes son los candidatos
Rodrigo Paz tiene 57 años y es senador por Tarija desde 2020. Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, fue diputado y alcalde de Tarija. Nació en España durante el exilio familiar y estudió Economía y Relaciones Internacionales en Estados Unidos. Paz ha sido considerado una alternativa de renovación política y su fórmula presidencial incluye a Edmand Lara, excapitán de policía que ganó popularidad denunciando corrupción interna y representa un voto antisistema que ha atraído a antiguos seguidores del MAS.
Jorge 'Tuto' Quiroga, de 65 años, fue presidente entre 2001 y 2002 tras la renuncia de Hugo Banzer. Con una trayectoria política larga y un discurso firme contra el MAS, Quiroga ha sido valorado por su experiencia y habilidad política, aunque también criticado por representar una figura del pasado político boliviano. Estudió Ingeniería Industrial y Administración de Empresas en Estados Unidos, trabajó en IBM y ocupó cargos públicos desde la gestión de Jaime Paz Zamora.
El contexto electoral estuvo marcado por la peor crisis económica en cuatro décadas, con una inflación cercana al 25%, escasez de combustibles y depreciación del peso boliviano. Esto, sumado a la división interna del MAS y el llamado al voto nulo promovido por Evo Morales, contribuyó a la dispersión del voto y a que ningún candidato superara el 33% en la primera vuelta.
El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, calificó la jornada electoral como tranquila y completa, con el 100% de mesas habilitadas. Ahora, Bolivia espera la definición entre dos proyectos políticos opuestos que coinciden en su rechazo al MAS, pero divergen en su visión para el futuro del país.
El ganador del balotaje deberá afrontar el desafío de conducir Bolivia en medio de una de las crisis económicas más profundas de las últimas décadas, marcando un nuevo rumbo político en el país sudamericano.