Preocuparnos no, ocuparnos sí | Dolarhoy.com

Preocuparnos no, ocuparnos sí

Por Yoel Freue

 

El mundo ha cambiado más rápidamente en los últimos cien años que en los anteriores trescientos. La tecnología que ha ido desarrollándose y evolucionando de manera abismal, nos permite acceder a las noticias casi al instante e independientemente del lugar del mundo que habitemos, estamos hoy por hoy, sumergidos en un constante bombardeo de información.

 

Es innegable que los acontecimientos ocurridos en el mundo, en nuestra región y en nuestro país, merecen una mirada más profunda y nos obligan a estar atentos al desenlace de los mismos. La pandemia de Covid-19 desatada en 2020 nos obligó a estar pendientes de las estadísticas. Las locuras de Elon Musk, sus experimentos abusivos y su obsesión por poblar Marte, hicieron que nos consternáramos ante las posibles consecuencias que esto traería al planeta y a la forma de vida tal como la conocemos hasta ahora. La guerra iniciada por Rusia contra Ucrania nos mantiene alerta ante una posible escalada mundial, y nos exhorta a mirar nuevamente el pasado con temor a repetir la historia.

 

En nuestra región, los devastadores incendios ocurridos en Corrientes nos hacen replantear el modelo de explotación forestal y el cuidado de los recursos naturales. En materia política, las constantes peleas, desacuerdos y la falta de consenso, ponen en vilo a la opinión pública y hacen fluctuar los mercados. Estos son solo algunos ejemplos.

 

En resumen, el bombardeo de información actual hace que cualquier ser humano se encuentre hoy, independientemente del lugar del planeta que habite, preocupado por su presente y por el futuro inmediato. La pregunta necesaria es ¿estamos en el camino correcto?
Es necesario replantearse el “qué hacer” con tanta información. Debemos transformar el “preocuparnos” por el “ocuparnos”, entendiendo que sin importar cuan lejana parezca una información, tarde o temprano ésta tendrá una implicancia en nuestras vidas.

 

De los ejemplos mencionados arriba, se desprende que es lógico preocuparse por los incendios en Corrientes, pero esta preocupación debería ser el disparador que active una ocupación real sobre el asunto. Somos nosotros quienes tenemos que exigir a los gobiernos el tratamiento de la ley de humedales.

 

En la misma línea, no vale de nada preocuparnos por la Guerra en Ucrania, mirándola desde la comodidad de nuestras redes sociales, si no estamos dispuestos a exigirle a los Gobiernos y a los Organismos internacionales una participación más activa en el conflicto.

 

Hay una frase que dice que “El poder conlleva una gran responsabilidad”. En este sentido, debemos comprender que el acceso a la información constituye una fuente de poder, y por lo tanto, cada uno de nosotros tiene consigo la gran responsabilidad de hacer algo al respecto.
No basta con preocuparnos. Debemos transformar la preocupación, en una ocupación productiva.