Banco Central Europeo: números auspiciosos y buenas expectativas
Tras recortar los tipos de interés desde el máximo del 4 % al 2 % en la reunión de hoy, los recortes adicionales dependerán de los datos y de la guerra arancelaria.
Por redacción
La reunión de junio del Banco Central Europeo (BCE) ofrece una oportunidad útil para revisar la sólida base de la renta fija europea. A diferencia del Reino Unido, que ha tenido dificultades para contrarrestar la inflación residual y los altos salarios, y de EE. UU., donde se debate el impacto inflacionario de los aranceles, el BCE se encuentra ahora en un contexto inflacionario favorable.
Tras recortar los tipos de interés desde el máximo del 4 % al 2 % en la reunión de hoy, los recortes adicionales dependerán de los datos y de la guerra arancelaria. En sus escenarios, el BCE señala que cualquier escalada adicional de las tensiones comerciales será desinflacionaria y negativa para el crecimiento.
Como resultado, la renta fija europea ha mantenido una asignación de duración defensiva en comparación con otros mercados. Los bonos alemanes a 10 años han recuperado su breve pero drástico rendimiento inferior al de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, como resultado de la expansión fiscal alemana anunciada el 5 de marzo de 2025, y no se han visto afectados por la reciente inquietud técnica (preocupación por los niveles de oferta) de otros mercados (Reino Unido, EE. UU. y Japón). Mientras tanto, los bonos alemanes han mantenido su rendimiento estructural superior al de la deuda pública británica, algo que se ha evidenciado durante los últimos cinco años.
La eurozona se erige como la única gran economía desarrollada en condiciones de alcanzar una tasa de inflación subyacente del 2% o inferior el próximo año. La inflación general ya se sitúa en el 1,9% interanual. Los datos de los últimos días subrayan esta tendencia: en mayo, la inflación subyacente desestacionalizada registró un resultado negativo del -0,12% intermensual. Este fue el primer resultado mensual negativo en cuatro años.
La inflación subyacente del segundo trimestre se sitúa ahora en el 2% anualizado y la interanual en el 2,3%. Desde Janus Henderson vemos que se han logrado avances significativos gracias a la disminución de las perturbaciones de la oferta, la reducción de los precios de la energía, la moderación de la demanda y la normalización de los salarios.
Los salarios desempeñan un papel fundamental en la configuración de las perspectivas de inflación, especialmente en Europa, donde el coeficiente de la curva de Phillips es más pronunciado en comparación con otras regiones. Los indicadores prospectivos actuales, como el rastreador de salarios Indeed, el rastreador de salarios del BCE y la encuesta telefónica del BCE, proyectan que los aumentos salariales se mantendrán por debajo del 3 % para finales de año.
Esto coincide con las expectativas de que la inflación subyacente se mantenga en el 2 % o por debajo de él. Cabe destacar que los salarios negociados han caído recientemente a tan solo el 2,4 % en el primer trimestre de 2025, lo que indica aún más posibles riesgos a la baja para la inflación.