Nuevo régimen para productos fueguinos: buscan que lleguen más fácil y directo al resto del país
El Gobierno nacional lanzó un sistema simplificado para que los consumidores de todo el país puedan comprar artículos fabricados en Tierra del Fuego de forma online, con menos trabas y límites claros.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
En una jugada que apunta a darle un empujón al consumo de tecnología y productos fabricados en Tierra del Fuego, el Gobierno de Javier Milei sacó este martes el Decreto 334/2025, donde se crea un régimen especial para que cualquier persona que viva en el territorio continental argentino pueda comprar artículos fueguinos sin tener que lidiar con la burocracia.
La idea es simple: hasta ahora, comprarse algo hecho en Tierra del Fuego —como un celular, una tele o una notebook— era un trámite larguísimo, lleno de vueltas y permisos que te sacaban las ganas. Bueno, eso cambia. Ahora vas a poder comprar hasta tres unidades del mismo producto por año, con un tope de 3000 dólares FOB por envío (ese es el precio sin impuestos, lo que cuesta cuando sale de fábrica). Todo esto, exclusivamente para uso personal, no para revender.
No cualquiera puede aprovechar este régimen: está pensado para “personas humanas” (cualquiera que no sea una empresa) que vivan en el continente. La mercadería tiene que ser para consumo propio, y no se puede revender ni usar para hacer negocio.
Las empresas que quieran sumarse al sistema van a tener que vender sus productos de manera online, con un sistema que permita esta nueva modalidad simplificada. Esto quiere decir que te vas a poder meter a la web del fabricante o vendedor autorizado, comprar tu producto y que te llegue a tu casa sin tanta vuelta como antes.
Para que esto funcione bien, también se le dio poder a la Secretaría de Industria y Comercio para que pueda ajustar los topes de unidades o de valor si hace falta, dependiendo del tipo de producto, de los cambios tecnológicos o de cómo se mueva el mercado. Es decir, si un año los precios se disparan o un producto se vuelve obsoleto rápido, podrían ajustar los límites para que no te quedes afuera de la compra.
Además, la nueva Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) va a estar a cargo de establecer cómo se van a manejar los papeles. Van a implementar un procedimiento especial más simple, pero siempre dentro del marco legal y cumpliendo con las reglas fiscales y aduaneras.
La medida busca que un celular o una tele hecha en Tierra del Fuego te llegue mucho más fácil a tu casa en Córdoba, Mendoza, Buenos Aires o donde vivas, sin que tengas que llenar mil formularios ni pagar extra por cada paso que da el producto hasta vos. Un cambio que, si se implementa bien, puede achicar la distancia entre la industria nacional del sur y los consumidores del resto del país.
¿Qué sucedió otras veces? Un poco de historia de medidas parecidas
No es la primera vez que desde el Gobierno se intenta achicar la distancia entre lo que se fabrica en Tierra del Fuego y el resto del país. De hecho, cada tanto aparece algún plan o régimen especial para “integrar” esa zona con el continente, pero no todos terminaron funcionando como esperaban.
Por ejemplo, durante los años del kirchnerismo, sobre todo en los mandatos de Cristina Fernández, se potenció muchísimo el régimen de promoción industrial fueguino. ¿La idea? Que se fabrique de todo allá abajo: celulares, notebooks, televisores, aires acondicionados... Así se generaba trabajo local y se “sustituía importación”. Pero claro, eso venía con un costo: los productos hechos en Tierra del Fuego salían más caros para el consumidor, porque había muchos impuestos metidos en el medio y no había forma sencilla de hacerlos llegar al resto del país. O sea, era nacional... pero te convenía comprarlo afuera.
En el medio, también hubo intentos de “liberar” un poco el circuito. Por ejemplo, en 2017, con Macri, se bajaron aranceles para importar notebooks y tablets, lo que afectó a las fábricas del sur, porque se pusieron a competir directamente con productos del exterior. Esa movida tuvo sus defensores (porque bajaron precios) y también muchos críticos, que decían que se estaba golpeando la industria nacional. Un tire y afloje constante.
Ahora, con este nuevo régimen simplificado, a apuesta parece ser otra: no tanto subsidiar, ni cerrarse, ni abrir todo de golpe, sino facilitar que los productos fueguinos lleguen sin tantas trabas a cualquier parte del país, directo al consumidor. Que puedas comprarte una tele o un celular hecho acá y que no sea más difícil que pedir algo por Mercado Libre.
El punto a favor de este nuevo sistema es que no se mete con las fábricas, no las deja a la intemperie como en otras épocas, pero tampoco te obliga a pasar por mil aduanas si querés comprarte algo hecho en el sur. Claro, todo va a depender de cómo se implemente en la práctica: si el sistema online funciona bien, si ARCA no pone trabas nuevas, y si los productos siguen siendo competitivos frente a lo importado.