El dólar podría cerrar 2025 en $1.312 según los 10 analistas más certeros del BCRA

Las proyecciones más afinadas del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) marcan un dólar levemente más bajo para diciembre, inflación alta pero en retroceso y un crecimiento del PBI que podría alcanzar el 5.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 9 horas

 

El último informe del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), publicado por el Banco Central el 4 de julio, trae señales mixtas, pero con un tono levemente más optimista por parte del grupo de los diez analistas más acertados del país, conocidos como el Top 10.

 

En líneas generales, proyectan un dólar un poco más calmo, una inflación todavía elevada pero algo más predecible, y una economía que, aunque despacio, empieza a mostrar signos de recuperación.

 

Para diciembre de 2025, este grupo estima que el tipo de cambio oficial se ubicará en $1.312, $12 por debajo del promedio general del REM, que lo sitúa en $1.324. Esa diferencia, aunque no tan amplia, indica una expectativa de menor devaluación del peso respecto a la visión del conjunto de los 41 participantes del relevamiento.

 

En materia inflacionaria, las cosas siguen lejos de estar controladas. Para junio, estos diez analistas proyectaron una suba del 1,9% mensual, apenas por encima del 1,8% del promedio del REM. La inflación núcleo, que excluye precios estacionales y regulados, se estima en 2,0% mensual para este grupo, también levemente por arriba del resto.

 

De cara al cierre del año, los pronósticos muestran que la inflación seguirá siendo un problema central. El Top 10 prevé que la inflación interanual será del 151,4%, frente al 147,5% del promedio general. En tanto, la inflación núcleo cerraría el año en un elevado 155,4%, una señal de que las presiones de fondo todavía no aflojan del todo.

Donde hay más coincidencia es en la evolución del Producto Bruto Interno (PBI). Ambos grupos coinciden en que el segundo trimestre de 2025 habría cerrado con una suba del 0,4%, lo cual representaría una estabilización tras los vaivenes de la actividad. Para el tercer trimestre, el Top 10 proyecta un crecimiento del 0,6%, apenas por debajo del 0,7% previsto por el resto, y para el cuarto trimestre vuelven a coincidir en un 0,6%. Si se cumple ese camino, el año cerraría con un crecimiento acumulado del 5,0% respecto a 2024, lo que marcaría una recuperación sólida tras la recesión.

 

En el frente laboral, hay un poco más de optimismo. El Top 10 proyecta una tasa de desempleo del 7,1% para el segundo trimestre, frente al 7,4% del promedio del REM. Para el cierre del año, esas estimaciones bajan al 6,8% y 7,0% respectivamente. Si bien son cifras todavía elevadas, apuntan a un mercado laboral que de a poco empieza a recuperarse.

 

En cuanto a la tasa de interés, no hubo grandes diferencias: tanto el Top 10 como el conjunto del REM esperan una TAMAR nominal anual del 33% en julio, y una baja al 28% en diciembre. En términos efectivos, esto representa un rendimiento mensual del 2,7% y 2,3% respectivamente, reflejando una desaceleración de la política monetaria en un escenario de inflación todavía alta pero en descenso.

 

En un país donde el dólar funciona como termómetro del humor económico y la inflación es un fenómeno con impacto diario en el bolsillo, estos pronósticos permiten al menos anticipar un segundo semestre menos volátil, aunque lejos de un horizonte estable. La recuperación de la actividad y el empleo parecen estar en marcha, pero aún sin la velocidad suficiente como para aliviar del todo la tensión social.

 

Con tasas de interés más bajas, un dólar algo más contenido y crecimiento positivo, el Gobierno se ilusiona con un cierre de año más ordenado. Sin embargo, los niveles de inflación siguen siendo elevados y el poder adquisitivo continúa golpeado. La clave, como siempre, estará en si estas proyecciones logran cumplirse y, sobre todo, en cómo se traducen en la vida cotidiana de millones de argentinos.

 

 

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