Celulosa Argentina afronta pedido de quiebra de uno de sus principales acreedores

Tecmaco Integral solicitó la quiebra de la histórica papelera, que busca reestructurar una deuda de USD 128 millones antes del 31 de julio para evitar un colapso operativo.

 

Celulosa Argentina, una de las empresas del sector papelero, se encuentra en un momento crítico tras la presentación de una demanda de quiebra por parte de uno de sus principales acreedores, Tecmaco Integral. La acción judicial fue presentada en el Juzgado en lo Civil y Comercial N.º 1 de San Lorenzo, Santa Fe.

 

La empresa tiene plazo hasta el 21 de julio, cuando concluya la feria judicial, para responder formalmente al pedido de quiebra. Hasta ahora, la compañía no ha emitido ninguna declaración oficial respecto a esta demanda.

 

Este conflicto surge en un contexto donde Celulosa Argentina está intentando concretar una reestructuración financiera que implica una deuda superior a USD 128 millones. La firma, controlada por Tapebicuá Investment Company —compuesta por Douglas Albrecht, José Urtubey y Juan Collado—, contrató a la banca de inversión VALO Columbus para diseñar un plan que permita mejorar su liquidez y atraer nuevos socios estratégicos.

 

El plan de reestructuración, que ya fue presentado ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), busca extender los vencimientos de la deuda manteniendo el monto total adeudado. Un punto clave de la propuesta es la subordinación absoluta del cobro de USD 21 millones por parte del principal accionista, que incluye una reciente inyección de capital de USD 7,4 millones.

 

Desde la empresa indicaron que la finalidad de esta reestructuración es garantizar la continuidad operativa, asegurar el abastecimiento del mercado local y, a mediano plazo, cumplir con todas sus obligaciones financieras. La fecha límite para cerrar este acuerdo es el 31 de julio.

Los estados financieros más recientes reflejan la difícil situación que atraviesa Celulosa Argentina. En el informe correspondiente a los nueve meses finalizados en febrero, publicado en abril, la compañía reportó una pérdida de $38.769,9 millones, en contraste con una ganancia de $10.348,6 millones en el mismo período del año anterior.

 

Entre las causas que explican este deterioro se encuentran la menor ganancia bruta, una caída del 32% en las ventas internas en toneladas, el aumento de los costos fijos en dólares, y la parada de mantenimiento ocurrida en noviembre y diciembre de 2024. Además, la inflación y la exposición a la variación del poder adquisitivo han impactado negativamente en su desempeño. Si bien las exportaciones crecieron un 104%, la rentabilidad de estas operaciones fue mucho menor, lo que no compensó la caída del mercado interno. De no concretarse un acuerdo con Tecmaco Integral o cerrar la reestructuración antes del 31 de julio, la empresa podría enfrentar consecuencias graves como la paralización de sus operaciones, la pérdida de proveedores estratégicos y la imposibilidad de cumplir con pagos a numerosas pymes y trabajadores que dependen de su actividad.

 

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