Las prepagas continúan aumentando sus servicios por encima de la inflación, ¿Qué argumentan?
Si bien el IPC oficial fue del 2,4% en noviembre, en el mundo de las empresas de medicina prepaga la realidad es otra. ¿Cuáles son sus fundamentos para aumentar todos los meses por encima de la inflación?.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Arranca el año nuevo y, como era de esperarse, las prepagas ya empiezan a ajustar sus precios. Algunos afiliados, hartos de los aumentos, explotan en redes sociales: "¿Cómo puede ser que suban un 3,9% si la inflación fue del 2,4%?". Las quejas no paran, pero las empresas de salud privada tienen su propia versión: dicen que los avances médicos y la complejidad de los tratamientos hacen que los costos se disparen.
Las respuestas de las prepagas son muy típicas de un sector empresario que "nunca pierde". Gobierne quien gobierne, siempre justifican sus aumentos "por los costos e insumos" haciendo caso omiso a los índices oficiales de inflación.
Según datos confirmados, estas son las subas para enero:
- Hospital Italiano: 3,9%
- Omint: 3,3%
- Medicus: 3%
- Prevención Salud: 2,98%
- Swiss Medical: 2,9% (con copagos, 2,4%)
- Hospital Británico: 2,7%
- Galeno: 2,6%
- Medifé: 2,4% (con copagos, 2%).
Por ahora, el dato de OSDE no se conoce porque cobran "a mes vencido". Además, Sancor Salud y Accord Salud todavía no informaron nada.
En general, las subas vienen más tranquilas que en diciembre, pero para muchos usuarios sigue siendo difícil entender por qué el aumento no va a la par del índice de precios al consumidor (IPC).
Desde la Superintendencia de Servicios de Salud ya hubo tironeos con algunas prepagas para ajustar las subas que el Gobierno considera excesivas. Pero los empresarios argumentan que bajar los precios significaría perder calidad en los servicios.
Por ahora, los aumentos siguen siendo un dolor de cabeza para los afiliados y por lo pronto, continuarán. Aunque el sector privado justifique los incrementos, la realidad es que el bolsillo no da para más. Y en el medio de la discusión, el acceso a la salud se convirtió en un lujo para muchos.