Energías renovables alcanzan su mayor participación histórica en la matriz eléctrica argentina
En octubre, las fuentes renovables cubrieron el 25,6% de la demanda total eléctrica, impulsadas por el crecimiento eólico y solar, y marcando un nuevo récord en el país.
En octubre, la generación eléctrica proveniente de energías renovables bajo el marco de la Ley 27.191 alcanzó un máximo histórico al cubrir el 25,6% de la demanda total en Argentina. Este avance se debe principalmente al aumento en la instalación y operación de parques eólicos y solares durante los últimos años.
La participación se distribuyó de la siguiente manera: 18% correspondió a energía eólica, 5% a solar, 0,9% a biomasa, 0,4% a biogás y 1,3% a centrales hidráulicas de pequeña escala (menos de 50 MW). De este modo, se superó el récord previo de septiembre, cuando las renovables representaron el 22,4% de la matriz eléctrica.
Las centrales hidroeléctricas de gran capacidad, como Yacyretá y las represas del Comahue, no están incluidas en esta ley debido a su impacto ambiental. Sin embargo, al sumar su generación, las fuentes renovables llegaron a cubrir el 53,1% de la demanda total en octubre, con un volumen de 5617 GWh. De ese total, la energía eólica aportó 1859 GWh y la solar 568 GWh.
El resto de la matriz se completó con generación térmica, que representó el 40% (4364 GWh), y energía nuclear, con un 8,5% (932 GWh). Además, en comparación interanual, la potencia instalada creció. La capacidad eólica aumentó un 9%, pasando de 4123 MW a 4496 MW, y la solar creció un 33,6%, de 1633 MW a 2182 MW.
La Ley 27.191, que estableció el régimen de fomento para energías renovables en 2015, vence el 31 de diciembre. El Gobierno ya envió al Congreso un proyecto para prorrogarla por 20 años, pero propone eliminar los beneficios fiscales y la obligación actual para que las empresas consuman un porcentaje mínimo de energía renovable.
Desde su sanción, la participación promedio anual de las renovables en la matriz eléctrica creció del 1,65% a más del 17%, con picos que superan el 25%. Sin embargo, para este 2025 la meta establecida por la ley era alcanzar un promedio del 20%.
A octubre, la potencia instalada en el país es de 43.887 MW, donde el 57% corresponde a generación térmica y el 39% a fuentes renovables. Dentro de estas, la eólica representa el 10% (4496 MW) y la solar el 5% (2182 MW).
A pesar de la inestabilidad económica y política de la última década, el sector privado reconoce que el mercado de energías renovables creció sostenidamente, incluso sin el cumplimiento total de incentivos fiscales prometidos, como la devolución anticipada del IVA y la amortización acelerada del impuesto a las Ganancias. Empresas del sector advierten que “los incentivos que nos prometieron no se cumplieron, porque las devoluciones de IVA no se hicieron o llegaron tarde y en pesos, en un contexto de alta inflación”.
En octubre, la secretaria de Energía, María Tettamanti, destacó en el Congreso que la ley “fue fundamental para impulsar el desarrollo del sector en un momento en que las tecnologías eran poco competitivas”. Sin embargo, agregó que “el contexto cambió, los costos bajaron y ya no se requiere el mismo nivel de incentivos que hace una década”.
Por ello, el Gobierno propone actualizar el marco normativo para ajustarlo al escenario tecnológico y económico actual. El proyecto en comisión garantiza la seguridad fiscal por 20 años para proyectos existentes y futuros, evitando la creación de nuevos impuestos a nivel nacional, provincial o municipal. El objetivo es generar certidumbre para los inversores y consolidar un entorno competitivo y sostenible, explicó Tettamanti.
El sector privado, sin embargo, expresa preocupación por la eliminación de beneficios fiscales y advierte que podría afectar la continuidad de inversiones. Mientras tanto, organizaciones ambientales celebran el récord y llaman a fortalecer políticas para acelerar la transición energética.
El debate en el Congreso continúa abierto, con audiencias previstas para las próximas semanas. Se espera que la decisión final defina el rumbo del sector renovable en Argentina para las próximas dos décadas.
