El empleo cambia, el propósito queda: cómo rediseñar tu vida profesional

Está naciendo una nueva etapa laboral por el aumento exponencial de casos, y con ello una nueva especialidad de ayuda a las personas a transitar esa transición. 

Por Ricardo Bäcker

Founding Partner de Backer & Partners

 

Todos pasamos múltiples cambios en nuestra vida. Llamaremos transición a un cambio que termina en otro estadío que por un tiempo será el que describe nuestra vida.

 

De la infancia a la adolescencia, a la independencia económica o habitacional, a estar en pareja, a ser padre, a un divorcio, son los personales.

 

Y después están los laborales. El primer trabajo que nos forma, la primera vez que somos líderes de un grupo, las transferencias…o el despido o pérdida de un trabajo que parecía estable.

 

Antes estos cambios eran muy traumáticos porque los empleos eran estables, pero ya hace décadas que es habitual un cambio, y la gente, más o menos, se acostumbra.

 

El que vemos hoy en día que es muy habitual, mucho más que antes, es la pérdida de un trabajo en una empresa, a una edad en que uno se siente (y es) joven y con capacidad de dar mucho, pero para el mercado laboral, uno compite con gente muy digital, muy flexible y con mucha creatividad y empuje, factores todos que a veces son más valorados que la experiencia.

 

Esta dificultad de reinsertarse, especialmente en un mercado recesivo, o concentrado en unas pocas industrias (minería, energía, infraestructura), genera angustia, especialmente para personas que vienen de un ingreso cómodo, pero que tienen por delante una expectativa de vida de más de 30 años, y que no tendrán una jubilación comparable ni ahorros que permitan mantener el ritmo durante mucho tiempo.

 

La única solución es, en ese caso, conseguir una fuente de ingreso (trabajo, emprendimiento) nueva.

 

Y ahí está el desafío.

 

¿Cómo me reconvierto? ¿A qué me dedico? Las respuestas son individuales, no generalizables, pero lo común a muchos casos es el Planeamiento Estratégico de esta nueva etapa. Analizar, con alguna persona conocedora y objetiva, cuáles son mis habilidades, cuál es el propósito que me guía, cuáles son las oportunidades del mercado, si están por el lado del trabajo individual o en asociación con otras personas u organizaciones, cómo definir y explicar lo que uno ofrece, cómo conseguir clientes, como hacer el pricing, cómo utilizar las redes y generar una marca personal, cómo compensar debilidades que uno tenga, qué estudiar y muchas otras preguntas que van surgiendo.

 

Lo importante es tomar conciencia de que hay una etapa que terminó. Sin eso, es difícil focalizarse en construir el futuro. Y aún para eso a veces se necesita ayuda.

 

Además inspirarse en la nutrida bibliografía sobre el tema y eventualmente recurrir a expertise de personas que no sean improvisadas. Justamente me inspiró esta columna el lanzamiento del libro “No es suerte, es Estrategia”, porque esas palabras definen todo.

 

También es relevante no recorrer el camino en soledad, compartir con personas confiables que estén en similares circunstancias, brindará un nuevo foro que reemplazará los foros que uno frecuentaba en el mundo corporativo.

 

En síntesis, está naciendo una nueva etapa laboral por el aumento exponencial de casos, y con ello una nueva especialidad de ayuda a las personas a transitar esa transición. Tomar en cuenta todos estos factores, tempranamente, ayudará a reducir el lapso intermedio y llegar a una nueva etapa que será más libre y más alineada con el propósito de cada uno. Tratemos de decidir nosotros qué maximizará nuestra felicidad, porque ese es el objetivo último de la mayoría de las personas.

 

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