Fin de la devaluación, fin de la Inflación, la solución que ya tenemos con nosotros, Por Yoel Freue
Los argentinos pareciéramos, al menos en los últimos años, habernos acostumbrado a tener diferentes tipos de cambio (dólar oficial, dólar blue, dólar MEP). También pareciéramos estar acostumbrados a tener año a año una predicción inicial de inflación que nunca se cumple. Esta multiplicidad de realidades y esta incertidumbre no solo nos podria hacer ineficientes, sino que además nos impide mantener un plan a largo plazo (si logramos comprender que es preciso trazar un camino de certidumbre).
En enero del 2022, la estimación oficial de inflación para todo el año era de 33%. Si consultamos a cualquier analista del mercado hoy, nos diría que se espera una inflación del 80% para 2022, y es probable que este número alcance el 90%, si nos basamos en el comportamiento del mercado en las últimas semanas.(hay quienes esperan inflaciones de tres dígitos).
Con respecto al dólar, la brecha que existe entre el oficial, que fija el Banco Central en 135 pesos aproximadamente, y el correspondiente al mercado paralelo (dólar blue) cercano a un 200% de diferencia, lo que estimula un sinfín de distorsiones micro y macroeconómicas, desalentando además a la liquidación de las exportaciones, que se realizan al dólar oficial. (menos las respectiva retenciones e impuestos).
En este marco, los inversores no disimulan la decisión de desprenderse de la moneda local, haciendo que los bonos de la deuda argentina se derrumben, mientras el dólar parece no tener techo. Cabe preguntar entonces, ¿Por qué somos incapaces de realizar predicciones certeras respecto de la expectativa de inflación? ¿O acaso sí tenemos la capacidad de hacerlo, pero decidimos engañarnos a nosotros mismos con un objetivo que claramente a la larga, nos juega en contra?
El país tiene metas muy difíciles para los próximos años. Entre ellas, está el alcanzar el equilibrio fiscal en 2024, una fuerte política de acumulación de reservas y una reducción REAL de la inflación. Debemos para esto, sincerarnos, y efectuar estimaciones certeras que den confianza a los inversores y al mercado en general.
Es hora de plantear abiertamente que para el año 2022, nuestra inflación superará el 89%. Que para el 2023 podríamos alcanzar una reducción del 10%, y si seguimos haciendo las cosas bien, en 2024 un 10% más. Cualquier otra estimación de una inflacion menor al 60% puede costarnos un 10% deinflacion para el proximo año llegando al 70% pero posiblemente quedando en varias mesetas .Es hora de entender, que las estimaciones aspiracionales son justamente las que nos llevaron a estar hoy como estamos. En este sentido, no se trata de seguir aplicando todo tipo de restricciones para evitar la fuga de divisas. Se trata de establecer reglas de juego claras para que exista un “fair play”.
Es de saber común que la inflacion esta en todo el mundo, que el ahorro en dólares nos puede costar una perdida de mas del 10% en tan solo un año. Sabiendo esto, es imperativo que todos el mundo vuelvan a confiar, invertir y trabajar, de esa forma la inflación pasaría a un segundo plano, y ganaríamos estabilidad emocional, lo que incide directamente en nuestro bien estar financiero.
¿Desde dónde empezamos a invertir? desde nuestro bolsillo, respetando la palabra y creando empleo genuino, comprendiendo de que en la argentina hay fuera del sistema financiero aproximadamente mas de 400.000.000.000 de dólares (si se dieron cuenta, se perdió un poder de compra de por lo menos 40.000.000.000 de dólares en tan solo un año).
Invito a una mesa de enlace con el sector del empresariado para se pueda volcar ese dinero en nuestra nación y que se revierta todo en un solo instante, para eso sentarse a conversar y convivir bien entre todas las partes es fundamental. El cambio inicia en uno mismo, pongamos toda nuestra energia para que la Nación Argentina demuestre lo que es a todo el mundo.