El Senado le tumbó cinco decretos a Milei y aprobó fondos para universidades y el Garrahan
Con un voto casi unánime, la oposición complicó al oficialismo en la Cámara Alta. Rechazaron decretos clave de Sturzenegger y le dieron media sanción definitiva a dos leyes que el Gobierno ya había vetado.
Por redacción
En una jornada caliente en el Congreso, el Senado le asestó otro golpe a Javier Milei: por abrumadora mayoría, la oposición unida bochó cinco decretos de necesidad y urgencia que venían desde el Ministerio de Desregulación de Federico Sturzenegger, entre ellos la disolución de Vialidad Nacional, la reforma del INTA, el INTI y el Banco Nacional de Datos Genéticos y además convirtió en ley el financiamiento universitario y la llamada Ley Garrahan. Ambas normas ahora esperan la reacción del Presidente, que ya amagó con volver a vetarlas.
La votación fue lapidaria para La Libertad Avanza. Ni con ayuda de aliados habituales pudieron arrimar números y en algunos casos apenas juntaron 13 manos levantadas. En cambio, la UCR, el kirchnerismo y los bloques provinciales cerraron filas y dejaron al oficialismo sin margen. “La motosierra rompe, no construye”, lanzó Martín Lousteau, sintetizando el espíritu de la sesión.
Más tarde llegó el turno de la Ley Garrahan, votada ya entrada la madrugada. El proyecto de emergencia pediátrica fue aprobado con 62 votos a favor y apenas 8 en contra. Incluso algunos legisladores que se mostraron incómodos con la iniciativa terminaron acompañando, salvo los libertarios más duros y un puñado de aliados del PRO.
La sesión dejó claro que el Senado hoy funciona como un dique de contención frente al avance del oficialismo. Y también que Milei cada vez la tiene más difícil a la hora de imponer su agenda sin negociar.
El Presidente, fiel a su estilo, no tardó en responder desde las redes: acusó a la oposición de “escupirle en la cara al pueblo argentino” y ya dejó trascender que se viene otro veto.
En el peronismo y la UCR celebraron la foto de unidad, conscientes de que fue una demostración de fuerza que puede marcar el rumbo político de los próximos meses. La pregunta es si esta estrategia de bloquear decretos y reflotar leyes que el Gobierno ya rechazó alcanzará para frenar el plan de ajuste, o si Milei buscará doblar la apuesta con más decretos y confrontación directa.
Lo cierto es que la política entró en una nueva fase: mientras el oficialismo insiste en que sin motosierra no hay futuro, el Congreso le recordó que sin consensos tampoco se puede gobernar.